GUAYAQUIL DE MIS SABORES: MÁS DE 20 PROPUESTAS GASTRONÓMICAS
Una guía para conocer las profundidades gastronómicas de la ciudad hecha por la conocedora Adelaida Jaramillo.
Una guía para conocer las profundidades gastronómicas de la ciudad hecha por la conocedora Adelaida Jaramillo.
Guayaquil es una ciudad calurosa, colorida y agitada a toda hora del día. Este puerto, al que han llegado miles de migrantes, abraza el aporte de los productos y cocinas de otras ciudades del país, así como también las influencias de otras culturas como la italiana, la mexicana o la india. Con esta muestra de lugares tendrán varias opciones para hacer un recorrido culinario desde las cervecerías hasta el novísimo fine dining de la ciudad.
Bajamar. El maestro cervecero Diego Reyes ha recibido varios premios internacionales por sus bebidas artesanales. La terraza de Bajamar es ideal para ver el atardecer y tomar una cerveza. Los bocadillos de sal son abundantes, cárnicos y con buenos encurtidos. Ambiente y diseño impecable. El helado de cerveza está curioso.
Capitán Cangrejo. Comer cangrejos podría ser el deporte local de Guayaquil. Recién salidos de la olla, con un martillo y una tabla, o en platos más elaborados como las croquetas, empanadas o sánguches; tradición o vanguardia: son deleitosos. Su receta del cangrejo al ajillo provenzal deberían patentarla.
Casa Julián. La cocina de Santiago Nieto está instalada en el interior de una restaurada casona del siglo XIX. Su menú moderniza los platos y productos de la costa ecuatoriana. Buena carta de vinos y posibilidad de menú degustación. Especial atención a las visitas de chefs internacionales que generan un intercambio preciso para el momento que vive la ciudad.
Carlo y Carla. Heredera de la cocina de su padre, Carla Colombara tiene una carta hecha de recuerdos italianos, variada y exquisita. Los platos se trabajan con buenos productos locales e importados. La carta de vinos garantiza buenos maridajes. Ojo a la polenta Piemonte y a la corvina Pantelleria servida con risotto de limón.
Circa (The Hills, Puerto Santa Ana). Cocina ecuatoriana con influencia del mundo. El chef Daniel Miranda nos recibe con platos que son un deleite al gusto y la vista. Uno de los restaurantes con mejor diseño arquitectónico y de interiores de la ciudad.
Comal. Del chef José Ricardo Arellano. Aquí hay respeto por la cocina callejera mexicana. Comal es una fiesta. Buen ambiente y cocteles.
La Central Deli Shop. La creatividad incontenible de la chef Gaby Cepeda toma ingredientes locales para convertirlos en comfort food utilizando técnicas de alta gastronomía. Su menú siempre tiene sorpresas. El soufflé de yuca es maravilloso. Algunos de sus productos estrella los encontramos empacados, en el ‘deli’, para llevarlos a casa.
L’oenothèque. Esta boutique de vino tiene tapas de alta cocina. Su elegante diseño nos recuerda a los viñedos italianos. Su cava tiene alrededor de 500 etiquetas de vinos y la carta de vino por copa cambia cada mes. Muy buena hospitalidad. Hay posibilidad de menú degustación en colaboración con restaurantes de fine dining.
Macca. Un bistró con sabores mediterráneos. La técnica de José Ricardo Arellano se traduce en platos elegantes y gustosos. La estética está presente en toda la propuesta. Insumos de primera.
Mantraa. Sus dueños son originarios de la India y traen sus productos desde ese país. Gran sazón. Su cocina es íntima, untuosa y especiada. Siempre es bienvenida una carta con opciones vegetarianas.
Marrecife. Iván Grain sabe de cocina tradicional de la costa ecuatoriana y trata muy bien los productos del mar. Su cocina se caracteriza por los excelentes insumos y puntos de cocción. Sus platos son servidos en porciones contundentes. Ya sean cebiches, cazuelas, arroces, todo sale bien de esa cocina. Trazabilidad comprobada. Hospitalidad ejemplar.
Masamadre. Propuesta del chef Jaime Buendía. Una de las mejores opciones para tomar un desayuno regular o tardío. Su panadería y refinada pastelería dejan entrever la formación francesa del chef. Porciones generosas. Entre mis favoritos están el croque monsieur, los huevos benedictinos y la shakshuka. De su cocina dulce: todo.
Masseria. Pizzería y bistró con una carta en constante innovación. La larga fermentación de las masas y la maduración de la charcutería estilizan su menú. Interesante selección de vinos y bebidas fermentadas para maridar. Estilo acogedor inspirado en las casas de campo del sur de Italia.
Mikka. Mikka en una palabra sería: umami. El chef Jhonatan Bueno es un alquimista de la cocina nikkei. Muchos aciertos en una carta que trata con cariño a los productos. La trazabilidad de sus insumos, sobre todo los del mar, es comprobada. Referentes de hospitalidad.
Miyako (Ébanos 128 y V.E. Estrada, Urdesa). La visita obligada para quienes aman el ramén. Su chef Yuki Hasamura tiene una especialización en este plato hecha en Tokyo y otra en Sobu, Brooklyn. Su sakria, una sangría con base en sake, es un deleite.
Nicanor (Luzarraga y Rocafuerte). Andrés Damerval y Miguel Ponce hacen un gran equipo. La barra de Andrés tiene un menú con cócteles clásicos, otros renovados y se destaca el menú inspirado en su investigación de campo por el Oriente ecuatoriano. Miguel se ha encargado de crear una carta de tapas por las que quieres regresar. A los baos y al corviche de pangora los deseo ahora mismo.
Pizza Libre. Sus pizzas de estilo napolitano con bordes crujientes e ingredientes cremosos y frescos se destacan dentro de un menú creativo y divertido. La burrata es de producción propia, al igual que su sidra y su cerveza. Las ensaladas están bien proporcionadas, frescas y sabrosas. No se vayan sin pedir un postre. Todos son soñados. Buen trabajo en equipo.
Quino. El chef Byron Rivera Real. Cocina ecuatoriana de autor. Rivera trabajó en hoteles de lujo en Quito y Galápagos y trabaja con productores y artesanos locales. Desde Galápagos provienen el atún aleta amarilla, la pesca blanca, langostas y langostinos. La paila de mariscos es una delicia.
Red Crab. Es un referente del cangrejal tradicional llevado a la alta gastronomía. Comprometidos con la sostenibilidad, la carta presenta opciones con mariscos frescos para reemplazar al cangrejo cuando está en veda.
Sailor Coffee. Ideal para el alma cosmopolita. En este lugar se sirven desayunos todo el día, algunos con sabores locales y otros con sabores del mundo. El servicio es inmejorable, la carta de cócteles no está nada mal y la barra de cafés siempre trae novedades. Cada rincón es un momento para Instagram.
Quiero anotar que Guayaquil recoge sus sabores tradicionales en los mercados. Pasar por esta ciudad debería incluir una visita al Mercado de la Caraguay, en el sur de la ciudad, un punto icónico por la frescura de sus mariscos y, al Mercado de Sauces 9, en el norte, donde encontraremos al popular encebollado de albacora, los cebiches con mariscos frescos, al bolón de verde, al tigrillo mixto con queso criollo y chicharrón de chancho. Algunos de los puestos de este último mercado han sido reconocidos en la feria Raíces, el gran encuentro para descubrir las huecas de nuestra ciudad. Esta selección está basada en la experiencia propia frente a las propuestas gastronómica y la hospitalidad de los lugares visitados.
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