En alianza con Food for Soul, organización sin fines de lucro, sale adelante este proyecto peruano creado por Intermediario y la Beneficencia de Lima.
Escribe Paola Miglio (@paola.miglio) / Fotos Giancarlo Aponte (@hablachicho)
Intermediario, la empresa social fundada por la consultora 3 Gatos de proyectos gastronómicos liderada por el chef Diego Muñoz y Francisco Barrientos, en colaboración con la Beneficencia de Lima, abren el Refettorio Intermediario Lima, La Casa de Todos permanente que se traslada de Acho a la urbanización Palomino para convertirse en un complejo que involucra cocina, aprendizaje, cultura y brinda herramientas a personas en estado de vulnerabilidad para salir adelante.
En silencio y sin selfies, desde Astrid y Gastón Casa Moreyra, 12 chefs y cuatro voluntarios de logística cocinaban todos los días, sin día de descanso, para las más de 100 personas alojadas en la Casa de Todos, aquel proyecto montado por la Beneficencia de Lima, Intermediario y la Municipalidad de Lima para dar alojamiento digno a aquellos que no tenía hogar y protegerlos de la pandemia. Diego Muñoz y Francisco Barrientos, de Intermediario, formaron una cocina con un grupo de chefs voluntarios, dueños de restaurantes, proveedores y productores de alimentos. “Diego me propuso hacer algo para ayudar, cualquier cosa, cargar sacos, repartir alimentos, lo que sea -cuenta Francisco Barrientos-. Así llegamos a la Beneficencia de Lima. Comenzamos a trabajar con ellos desde el día dos, nos hicimos cargo de la cocina y su tema de logística. Hablé con Gastón (Acurio) y no dudó en cedernos las instalaciones de Astrid & Gastón, y empezamos a convocar cocineros. El proyecto se fue alargando por la pandemia y en una de las reuniones con la Beneficencia decidimos que teníamos que hacer de esto algo permanente. Fue entonces que buscamos aliados”.
“La naturaleza del ser humano es la de la vida en comunidad, y la de velar el uno por el otro. Es parte de lo que nos hace humanos, y lo ha sido desde el principio de los tiempos, siempre velando por aquellos que necesitan ayuda y que por diversas razones quedan detrás. Debería ser nuestra reacción natural: nunca dejar a nadie en un lugar de abandono o vulnerabilidad. Esta es nuestra oportunidad de ayudar a los otros. Quien sabe si mañana seremos nosotros quienes necesitemos recibir ayuda”, Diego Muñoz, Director de Refettorio Intermediario Lima.
3 Gatos es la empresa de Diego y Francisco para el desarrollo de productos gastronómicos, Intermediario nace después de ver el documental La Revolución y la Tierra, la parte social del proyecto, que responde a la necesidad de brindar de justicia a quienes hacen gastronomía, a los agricultores y pequeños productores que son la base de todo. La idea es crear los contactos, dar las herramientas de comunicación y luego que los agricultores los puenteen y establezcan relaciones directas. Intermediario solo es el contacto inicial y luego sale de la ecuación. Así, logra una alianza con las instituciones hoy involucradas y teje una red que finalmente cruza fronteras y enlaza con Food for Soul, organización sin fines de lucro manejada por el chef Massimo Bottura y Lara Gilmore, promotora de varios Refettorios en el mundo: “son lugares en los que la restauración y la dignidad se desarrollan mediante la gastronomía y la comida saludable y deliciosa, preparada usualmente con un sistema muy eficiente para evitar desperdicios; además de llevar a cabo iniciativas educativas, colaboraciones artísticas y culturales”, precisa Barrientos
¿Qué beneficios trae esta alianza a La Casa de Todos? Lo más tangible es que brinda una plataforma internacional y, a pesar de que tenemos experiencia en restaurantes, ellos la tienen en este tipo de restaurantes. Aprender de las personas que ya saben es valioso. Buscamos un socio que nos ayude a llevar este tipo de restaurante y se pueda así también levantar más fondos en el exterior. Refettorio Intermediario Lima es el noveno Refettorio de Food for Soul y el segundo en Sudamérica, tras la apertura de Gastromotiva en Río de Janeiro en 2016.
¿Por qué había que mudarse? ¿Por qué no seguir en Acho y mejorar las instalaciones? La Beneficencia es dueña de la Plaza de Acho y tiene contrato con el operador que hace la feria de octubre y la podrían pedir, eventualmente tenía que dejarse. Si bien Acho es un espacio cómodo para los albergados, buscábamos uno mejor y en la urbanización Palomino encontramos uno de 4500 m2 que está siendo diseñado por el arquitecto Caio Roma. Vamos a poder alimentar a más de mil personas y será además un lugar para recreación y desarrollo de proyectos paralelos. Acho siempre se vio como temporal y se ha convertido en estos meses en un lugar de vida.
¿Actualmente cuántas personas viven en Acho? ¿Quién puede vivir ahí? Entre 100 y 120 personas que son atendidas por 50 voluntarios de diversas ramas: salud, salud mental, asistencia, deporte, etc. Al inicio de la cuarentena se hizo un censo para las personas sin hogar y entró la primera promoción, con los días, muchos fueron identificados por sus familiares y se fueron, luego las camas se volvieron a llenar de personas sin casa o migrantes que se fueron quedando en Lima varados y sin hogar.
¿Y todos se trasladarán a Palomino? Sí, por 14 meses (es el tiempo que se dará por estadía). Si son muy abuelitos van luego a hogares de la Beneficencia y si están en edad de reincorporarse a la Población Económicamente Activa, tenemos un plan de reinserción que tiene tres fases. La primera es averiguar qué le gusta hacer a la persona, qué soñó o qué habilidades tiene. La segunda es formación en alianza con Fe y Alegría, y para esto no hay edad. La idea es adquirir herramientas. Y la tercera es lograr el engranaje con las empresas, clientes nuestros, amigos que van a abrir puertas. Son 14 meses para una segunda oportunidad y redescubrir lo que se quiere y puede ser.
¿Cómo fue y será la selección para Palomino? Mediante los comedores de la Beneficencia se reclutan personas realmente vulnerables, las personas que trabajan en esos comedores conocen más la realidad de cada potencial albergado. También por medio de la Municipalidad de Lima y sus comedores. No se puede tocar la puerta, por tema salubridad, La Casa de Todos está blindada. A Palomino pasan los de Acho primero, el espacio está creado, principalmente, para personas sin hogar. Otro publico que analizamos es el compuesto por chicos que han vivido en el Puericultorio y que al alcanzar la mayoría de edad tienen que dejarlo, pero quieren estudiar cocina. Por el nivel de disciplina y orden que tiene Diego, esta es una magnífica oportunidad.
¿Cómo y por qué se elige Palomino? Palomino era un fundo que fue donado a la Beneficencia de Lima, parte de un complejo habitacional ubicado en la Av. Venezuela. Ahí quedaban ciertas áreas que no habían sido habitadas y una de ellas es un terral, detrás hay un espacio que fue para un cine antiguo y que ahora se destinará a los bomberos para que hagan una escuela de élite. Es en ese terral se construye todo. Se ha desarrollado una arquitectura modular compuesta de partes que se ensamblan y la cocina es de material noble. Los módulos ya se están montando y para la cocina ya están cavadas las zanjas para tirar columnas. Es por eso que hemos lanzado la campaña Un Sol por la Esperanza, para terminar la construcción. Habrá dormitorios, áreas comunes; también una posta médica y un centro de seguridad ciudadana. Queremos conseguir dinero para cubrir un año de operación. Dentro de la onda artística que promueve Food for Soul, sumamos al equipo a Patricia Exebio en diseño, a Giancarlo Aponte (Chicho) en fotografía y a Jorge Villacorta para la curaduría de arte: no solo vamos a intervenir los interiores, sino las fachadas de los edificios contiguos para invitar al barrio a ser parte. Es, al final, La Casa de Todos.
“Abrir Refettorios en este momento particular de la historia no es slo nuestra misión como Food for Soul sino nuestra responsabilidad. Lima es un lugar icónico en el que la gastronomía prospera. Junto a nuestros experimentados socios, queremos apoyar a la comunidad local a través de nuestra visión compartida de la restauración en su mejor expresión. Si plantamos semillas de alegría, creatividad y buenas vibras, crearemos un maravilloso jardín”, Massimo Bottura, fundador de Food for Soul.
¿Se piensa abrir a futuro las puertas del comedor? Mientras sea época de pandemia todo funcionará a puerta cerrada, pero ni bien podamos abrir (con la seguridad de una vacuna) el comedor será también para los vecinos. En los extramuros del espacio se planea un bulevar para acciones con la comunidad, mercados agropecuarios itinerantes. Incluso apuntamos a elaborar productos que puedan venderse, tendremos un huerto y lo ideal es alcanzar la perfección en cada cosa que se trabaje y salga de la cocina, que se venda para recaudar fondos. La idea es que para el segundo año seamos autosostenibles.
¿Cómo ha sido recibido el proyecto por la comunidad de Palomino? Al inicio fue bravo. Súper bravo. Pero cuando fueron pasando los días y la Beneficencia fue trabajando con la comunidad, salió de ellos intervenir sus fachadas, pintar sus casas y comenzamos a ir por el mismo camino. Lo mismo que pasó en Acho: hay siempre miedo a lo desconocido, a los que pueden venir, pero a la semana eso cambió y los mismos vecinos comenzaron a llegar con donaciones. De Astrid & Gastón mandábamos el desayuno y el almuerzo, y la camioneta regresaba siempre con algo que mandaban los vecinos: sacos de mandarinas, papas, con algo.
Cuando La Casa de Todos se mude y sea permanente, ¿se van a poder sumar más voluntarios? Sí y cocineros asalariados, es una oportunidad para dar trabajo a muchas personas. Lo que se busca con los voluntarios es que se comprometan a mediano plazo. Con el mismo espíritu de los cocineros, que se enganchen con la causa y no con el selfie. Seguir con ese espíritu de unidad que se mantiene. Hoy salimos a contar la historia porque ya tuvimos que comenzar a recaudar fondos: logramos los objetivos iniciales en silencio: darle un rostro a los albergados y ayudar sin esperar nada a cambio, es tiempo de buscar donaciones y todo el equipo estuvo de acuerdo con ello.
CÓMO DONAR: UN SOL ES IMPORTANTE
Está en los planes de Intermediario y la Beneficencia abrir más de estos espacios cuando se consolide el primero, que estaría en marcha entre octubre y noviembre de 2020. Pero, además de donaciones particulares y de futuras cenas enmarcadas en el proyecto Atman, para que esto funcione se necesita de tu aporte y un sol es importante. Es La Casa de Todos y todos podemos ayudar a construirla, así que con Un Sol por la Esperanza hacemos que el Perú se fortalezca. “Confiamos en que con nuestros millones de amigos podremos crear un hogar de restauración y alegría con los otros. Tenemos que llegar al millón de dólares en el siguiente mes. Este sol nos va a permitir entregar 250,000 comidas por año, nutriendo de vida y humanidad a los más vulnerables. Si hemos aprendido algo este último año es que cuando cuidamos el uno del otro, aseguramos un futuro favorable para todos. En una ciudad en crisis, proponemos contagiar esperanza. Si quieres sumarte, accede a www.casadetodos.pe”, puntualiza Barrientos.
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