HELADOS: LA NUEVA CREM
Crem dela Crem es una nueva heladería ubicada en Barranco. Acá hay helados cremosos y postres caseros. Vale la pena darse una vuelta.
Crem dela Crem es una nueva heladería ubicada en Barranco. Acá hay helados cremosos y postres caseros. Vale la pena darse una vuelta.
Fior di latte y chocolate.
Escribe Eduardo Salas R. (Twitter: @he_duardo)
Crem dela Crem es una nueva heladería ubicada en el corazón de Barranco, al frente de la plaza del distrito, en una casa restaurada cuyo origen data de hace más de 113 años. La entrada da al Parque Municipal. Para ingresar atravesamos una reja con encajes de metal y giramos hacia la izquierda. La vitrina con helados es la encargada de darnos la bienvenida.
El helado de la Crem dela Crem es una nueva bendición postrera que aterrizó en Barranco. Se diferencia del helado tradicional pues se elabora de manera artesanal, su producción es limitada, se emplean insumos frescos y posee un porcentaje más bajo en grasa (alrededor de 5% a diferencia del 16% que encontramos en la mayoría de helados). Todos los ingredientes son frescos y seleccionados por Matthew Smith, David Fernández y Patty Nagamine, los padres de esta propuesta que abrió sus puertas hace poco más de un mes, tras dos años de gestación.
El helado de Crem dela Crem destaca por su sabor intenso, frescura y suavidad. Para Matthew, el encargado de su elaboración, se debe al especial cuidado que le prestan a los ingredientes, lo que se da desde el momento de la compra hasta la obtención del producto final. Cuidan todo el proceso de manera excepcional y ellos son los que se encargan de la elección y tratamiento de las frutas e insumos para la preparación de postres, sorbetes y paletas.
Foto Eduardo Salas.
Para Patty y David, poner una heladería en el centro de Barranco no fue lo que pasó por su cabeza en un primer momento. Tenían en mente una incursión en el mercado de los helados soft de una manera mucho más discreta, algo así como una isla dentro de un centro comercial. Pero la casa les “cayó del cielo”. Al ver que el lugar se prestaba para algo mucho más grande decidieron contactar a Matthew, quien se encontraba en la búsqueda de un local para abrir una heladería desde hace ya dos años. Él y David se conocían de tiempo atrás ya que habían estudiado juntos en una escuela de gastronomía. Hubo que reestructurar la fachada, recuperar las mayólicas, hacer una cala de pintura, injertos en el piso con madera de la época y, a pesar que el Ministerio de Cultura les sugirió pintar las molduras de madera en blanco, ellos optaron por recuperarlas en su tono natural. Los trámites fueron realizados por ellos, así como parte del proceso de restauración. Tuvieron que lijar y pintar paredes, liberar espacios, cambiar puertas, etcétera.
Como resultado, hoy presentan un remozado pedazo de historia, reconocido como patrimonio cultural. El lugar es bastante agradable, no solo por la zona, también porque el acondicionamiento y distribución de los espacios es el adecuado. El local dispone de tres ambientes para la atención al público, en el primero encontrarán la zona del helado. Aquí es donde se inicia el recorrido de quien los visita. Ofrecen alrededor de dieciocho sabores por día y siempre hay uno endulzado con splenda. Se conservan a -12° de temperatura, por eso son tan agradables al contacto con la boca: que no sean servidos tan fríos, permite que conserven su textura y potencian su sabor.
Foto Eduardo Salas.
En La Crem dela Crem también hay cafés (cuentan con una máquina de espresso), y muy buenos postres como complemento (prueben el queque húmedo de manzana y plátano, el casero pie de limón y el melcochudo de pecanas). Aquí también hay dónde sentarse pues poseen un par de mesas ubicadas en frente de las pizarras. Los dulces son todos frescos y así como los helados, son elaborados de manera artesanal en la cocina del local. Puede que al día siguiente de haberlos visitado encuentren el nombre de alguna novedad. Además, el horneado de postres se realiza por las tardes, así que si pasan por la plaza y sienten un aroma que les recuerda a la casa de la abuela, ya saben de dónde viene.
El último espacio es el que está más alejado del ingreso, ideal para bajarle el volumen al bullicio de la calle y tener una buena conversación. Este tercer ambiente está ocupado por mesas, sillas y sillones (del lado de la pared). Destinado a ser el área de consumo. Aquí también podrán apreciar una expo-venta fotográfica llamada The Inca Trail: The Path of an Andean Empire, una serie de fotografías que nos guían por la ruta del Camino Inca que conduce a Machu Picchu. Es una propuesta del Colectivo Intu cuyo objetivo es lograr una conexión entre la gente y las culturas de nuestro país. Arte, postre, café y helado. Todo para cerrar un tarde de primavera en las mejores manos.
LOS DATOS
Foto Eduardo Salas.
En el Parque Municipal 109, Barranco / Teléfono: 396-2124 / Horario: martes a jueves de 12:00 a 21:00, viernes y sábado de 12:00 a 23:00 y domingos de 12:00 a 21:00 horas / Aceptan tarjetas / Suelen ofrecer sabores limitados que anuncian en su fanpage en Facebook / Precios: helados desde S/. 7.00, también ofrecen sundays, sándwiches, milkshakes, y paletas.
En la máquina de espresso utiliza café de Rosas Peña de San Ignacio, Cajamarca, el perfil de la taza es dulce y achocolatado, ideal para tomarlo solo o en una bebida con leche.
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