FRESSON: PASTELERÍA FRANCESA CON VISTA AL LAGO
Fresson tiene dos argumentos contundentes que trabajan a su favor: la ubicación frente a una laguna y su delicada y sabrosa oferta de pastelería francesa clásica.
Fresson tiene dos argumentos contundentes que trabajan a su favor: la ubicación frente a una laguna y su delicada y sabrosa oferta de pastelería francesa clásica.
Escribe: Vanessa Rolfini @rutasgolosas / Fotos @nathalysayago
La pastelería Fresson tiene como punto de partida dos argumentos contundentes, que juntos o por separado, trabajan a su favor. Por una parte, la ubicación frente a la laguna de La Molina en una terraza con una hermosa vista, que invita a relajarse y disfrutar. Por otro lado, su oferta de pastelería francesa clásica, bien ejecutada que no deja lugar a dudas sobre las destrezas de las menos responsables.
Fresson proviene del apellido de uno de sus dueños, Xavier Fresson, que pertenece a la cuarta generación de pasteleros galos que desde 1899 laboran en Jarny, localidad en la región de Lorena al noreste de Francia. Sin embargo, la historia de Fresson comenzó en el Hotel Bellagio de Las Vegas, Estados Unidos, donde Xavier y la peruana Aracelly Zea trabajaban como pasteleros, se enamoraron y se casaron.
Al poco tiempo de nacida su hija, Aracelly sintió la necesidad que creciera próxima a sus raíces, lo que motivó la decisión familiar de asentarse en Perú. No pasó mucho tiempo para que instalaran el primer taller en La Molina, con los equipos comprados durante años, donde elaboraron los primeros dulces que enviaban a sus clientes vía delivery. La respuesta no se hizo esperar gracias a la calidad de los primeros postres, que en principio eran queques y lingotes de chocolate. Al poco tiempo, surgió la oportunidad de un local, que como una ironía del destino cumplía otro de los sueños de Zea, tener una pastelería con vista al agua.
Fresson es un espacio lleno de detalles, amplio, iluminado, de colores claros y algunos notorios trazos de color. En el mostrador destacan piezas de bollería como croissants clásicos y de almendras, panes de chocolate, brioches, rollos de canela, pastas danesas con mermelada casera de arándanos que, en cualquiera de los casos, pueden ir acompañados de un sabroso café o jugos naturales elaborados en el lugar.
PARA BOCADO, UN MACARRÓN
La destreza de un buen pastelero se puede medir en una pieza tan simple y compleja como un macarrón; esos bocados de clara de huevo, almendras molidas y azúcar que, en este caso, llevó meses de pruebas hasta encontrar los ingredientes perfectos para lograr resultados óptimos. No son sencillos de elaborar, el punto de suaves a “chiclosos” es delgado, no pueden ser muy húmedos, pero tampoco secos porque se fracturan y desmoronan. En Fresson pasan la prueba con honores. Los degustarán de varios sabores, colores y rellenos, entre los que destacan los de limón, chocolate, pistacho, maracuyá y tal vez los más sorpresivos, rellenos de confitura de arándanos y esencia de rosas. Xavier asegura que lo más difícil ha sido encontrar algunos ingredientes para trabajar a los niveles de exigencia a los que están acostumbrados, al punto, que ciertos insumos los traen desde Francia. Después de varios meses con las puertas abiertas al público, se sienten satisfechos.
En las vitrinas se exhiben dulces y tortas de pastelería refinada principalmente ceñidas a la tradición francesa, además de italiana, inglesa, estadounidense y algún guiño a contadas recetas peruanas. Encontrará pie de manzana, el domo de chocolate, choux Fresson que consiste masa de profiterol relleno de salsa de caramelo y crema de vainilla o chocolate, entre otras delicias a las que se suman helados caseros, crepes, galletas y hasta confituras hechas en casa.
PARA UN ÁGAPE CON VISTA
Aracely Zea afirma que desea que la gente tenga un dulce momento, que se siente y disfrute la terraza, lo cual encuentra eco en una carta relativamente extensa que incluye desde pizzas, panini, ensaladas, sánguches (vale la pena hacer un alto el clásico croque madame, así como el pan pita con caprese). El pan también se elabora en casa, al igual que las pastas como los fettucci y la lasagna. De la carta se pueden escoger platos para el piqueo que van de la mano de cervezas artesanales y una corta, pero bien pensada, oferta de vinos en botella o por copas, en la que destacan algunos espumantes. Nada mal para una tarde de engreimiento en pareja o con los amigos, en una terraza con una vista estimulante, donde se sentirá bien atendido.
LOS DATOS
Av. Laguna Grande 1037 5, Urb. Las Lagunas de La Molina, La Molina / Abre todos los días desde las 08:00 hasta las 22:00 horas / Teléfono: 497-9978 / Gasto promedio (sin alcohol) por persona: S/ 25 a S/ 30.
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