MARCONA DIVERSIDAD
Marcona es un espacio de biodiversidad increíble. Virgilio Martínez viajó para allá con su equipo de Mater Iniciativa y esto encontraron.
Marcona es un espacio de biodiversidad increíble. Virgilio Martínez viajó para allá con su equipo de Mater Iniciativa y esto encontraron.
Escribe Virgilio Martínez (@virgiliocentral)
El nombre Marcona (Ica) se asocia automáticamente a la minería, que quizá constituye la mayor fuente de ingresos de esa ciudad. Sin embargo, indagando un poco más, y por recomendaciones de un contacto relacionado a labores marinas, es que llamó nuestra atención la posible inmensa biodiversidad de la bahía de este lugar.
Nuestro primer contacto fue Manuel Milla, actual Vicepresidente de la COPMAR (Comunidad de Pescadores Artesanales de Marcona). Es un ingeniero pesquero que denota una relación con el mar de larga data, según sus propias historias. Nos cuenta que todos los hombres de su generación comparten este mismo vínculo hasta la actualidad en esta pequeña y calmada ciudad. Todo el litoral de la bahía de Marcona mide un alrededor de 23 km. Las actividades pesqueras de esta bahía se llevan a cabo de manera sostenible, lo que es definitivamente un valor agregado digno de mencionarse.
Sostuvimos una breve reunión a nuestra llegada con los representantes de asociaciones, en la que nos presentamos y expusimos a ellos nuestro interés en observar, aprender y conocer. Con ello sentimos que nos ganamos su confianza y la posibilidad de ingresar en lo que es de hecho, su reino. Manuel Milla fue uno de los que estuvo participando de la reunión. Una de sus historias, que captó nuestro interés automático, habla de enormes paredes espesas de erizos que cubrían la bahía de Marcona hace unos 25 años. Luego de una extensa e incontrolada recolección, aquellas gigantes poblaciones de esta especie atravesaron una severa etapa de riesgo. Es así que se tomó la decisión de imponer una veda por cuatro largos años, que estuvo enteramente en sus manos. Y de este modo, se logró recuperar el número de individuos en gran medida, para que hoy en día los erizos puedan consumir de mayo a agosto con plena confianza. La narración marcaba el tono de nuestra expedición: veríamos mucho, oiríamos un montón y aprenderíamos más todavía, de experiencias.
En la mañana siguiente, un nuevo personaje establecerá nuestra ruta del día: Santiago Canales. Como dirigente de una asociación nos conduce por su área con total asertividad y nos comenta sus impresiones como pescador y cocinero. Bajar a la playa con un experto no es cualquier cosa. Allí, entre grandes e imponentes rocas que rompen las olas con fuerza y salpican agua muy fría, nos quedamos esperando a ver los resultados de su completa sumergida, sin miedo. Solo con el cuidado de quien respeta la inquietud del mar impredecible.
Aprovechamos el momento para buscar las algas de las que tanto habíamos oído, que probablemente se encontrarían pegadas a las piedras. Distintas especies nos sorprenden al minuto, entre ellas, la patas de gallo, y una especie aún por identificar que consiste en enormes hojas con bultos pequeños de color verde pardo. Luego, otras especies como el cangrejo rojo, arañas de mar, anémonas rojas y estrellas de mar.
Al momento de salir a la superficie, Santiago nos muestra algo de lo que consiguió capturar, pepino de mar negro y pejesapo. Al recorrido se suma Graciano, vinculado a la misma asociación. Con él evidenciamos la inmediatez con que estos pescadores consiguen erizos de mar, caracoles, chanque y barquillos. Unos camarones de roca, yuyos, arcanto y sargazo nos dieron también el encuentro. Lo visto nos demuestra que la riqueza aquí parece infinita.
Por supuesto aprovechamos para obtener mayor información sobre las actividades marinas que aquí se desarrollan. La recolección de algas resulta ser la más importante. Teniendo al mercado chino como el de mayor relevancia, que industrializa productos derivados. Lo interesante sobre este dato es que se trata de pesca pasiva, sostenible, que genera trabajo e ingresos a muchas familias de esta ciudad y que ofrece una posibilidad que quizás en otros lugares no se ha tomado en consideración.
Nos sorprende la pasión con la que trabajan estas personas, el amor al mar, el respeto y las ganas de trabajar y crecer. Lo organizado de su gestión y el valor de formar agrupaciones para un bien común, tema que en reiteradas ocasiones hemos notado en distintos puntos de nuestro país. Ciertamente, un caso para imitarse. El de los pescadores/recolectores de Marcona.
DATOS
Pueden saber más de Mater Iniciativa Afuera Hay Más en www.materiniciativa.com
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