SLOW FOOD Y SU DÉCIMO TERRA MADRE
Una forma distinta de ver la alimentación. Karissa Silva comparte una interesante aventura que la llevó hasta Milán y nos cuenta cómo vivir la feria.
Una forma distinta de ver la alimentación. Karissa Silva comparte una interesante aventura que la llevó hasta Milán y nos cuenta cómo vivir la feria.
Texto y fotos Karissa Silva / www.supernatural.pe
He decidido escribir este post porque últimamente me han preguntado mucho sobre Slow Food y su Terra Madre. ¿Qué es Slow Food? ¿Vale la pena ir al evento? ¿Qué es? ¿De qué se trata?
He tenido el gran privilegio de ir a 4 eventos de Slow Food en los últimos años, 3 Terra Madres en Torino y un Slow Food Nation en San Francisco. Estos magníficos eventos, celebraciones, fiestas y ferias cambiaron totalmente mi forma de ver la vida, los alimentos y la agricultura, pero sobre todo me dieron una luz más clara sobre cómo hacer política eficientemente.
Slow Food es un movimiento político que dice las cosas claras – con los problemas, equivocaciones y aciertos que eso implica – y que inspira a millones de personas a ser consecuentes con ideas difíciles de aplicar en el mundo real.
Slow Food, además, se preocupa por la imagen: cómo dice, cómo se ve lo que dice, cómo hacer que el mensaje sea eficiente y llegue fuerte y claro, pero a su vez sea estético, bonito, placentero. Algo importante, pero que pocas organizaciones de este tipo entienden. Logran que los mensajes lleguen claros y fuertes y, a su vez, empaquetados en medios hermosos.
Así son estas ferias: muy políticas, muy claras, muy rebeldes, pero a su vez llenas de placer.
Slow Food y Carlo Petrini ayudaron a que muchas de mis dudas se aclaren y yo tome una posición política bastante clara sobre cómo quiero vivir mi vida. Muy pocas veces alguien me ha inspirado tanto como Carlo.
¿QUE ES EL TERRA MADRE?
El Terra Madre es el evento mas importante de Slow Food. Se celebra cada 2 años en la ciudad italiana de Torino y llegan de todas partes del mundo agricultores, productores, estudiantes, intelectuales, cocineros, comunidades, pescadores, investigadores… unas 10,000 personas que son acogidas en casas, escuelas, granjas, conventos, en todos sitios. Toda la ciudad y todos sus ciudadanos reciben a los invitados del mundo.
El objetivo es conocerse, compartir, discutir, pensar y ser parte de una red de personas vinculadas con los alimentos que tienen en común la filosofía de Slow Food. Para esto hay reuniones, charlas, catas, cenas… de todo para lograr fortalecer la red.
Una de las cosas más impresionantes es cómo Slow Food logra traer a Italia no solo a representantes de más de 100 países del mundo, sino traer también sus productos. En estas épocas de fronteras cerradas y controladas, llevar a personas y a sus alimentos es un logro más que titánico, es increíble y rebelde.
Junto con el Terra Madre, en el mismo espacio, se celebra el Salone del Gusto, una feria de productores de los mejores productos artesanales de Europa que lo deja a uno suspirando de emoción. Tengo mil cosas más que contar sobre estos eventos pero en concreto:
– Sí vale la pena ir al Terra Madre y al Salone del Gusto, creo que son eventos imprescindibles para todos los interesados en los alimentos y la cultura.
– Si van, no dejen de ir a Eataly, un supermercado ejemplar que queda muy cerca al local en donde se realiza la feria. Almuercen o cenen allí en alguno de sus restaurantes temáticos. Coman helado, queso, vino. Compren alguna cosita maravillosa. Todo es delicioso.
– Hay mil cosas que no deben dejar de probar en el Salone, pero para mi las estrellas son el lardo di Colonatta y los quesos.
– Vayan a la zona de Street Food – cocina de la calle- del evento. Desde focaccias hasta aceitunas escolanas rellenas. No hay pierde.
En la ciudad:
– No dejen de ir a uno de los cafés clásicos ni de comer mucho chocolate de gianduia. Están en el Piemonte, la mecca de las avellanas. Vayan a tomarse un bicerin con galletitas en Caffé Al Bicerin que tiene 250 años.
– Es temporada de hongos porcini. Por lo menos cómanse una pastita con porcini frescos.
BONUS TRACK
Yo no suelo compartir públicamente mis huariques, ni en Perú ni en otras partes del mundo. Los huariques no son para publicitar en una web, son en esencia, lugares escondidos que solo compartes con personas que sabes van a ser tan cuidadosas como tú. Que no van a pedirle al cocinero que cambie su plato por tus alergias o que cambie su mandil por una chaqueta de chef o que se ponga guantes para cocinar. Las personas con las que compartes tus huariques sabes que van a entender la magia que hay en esa cocina y que es un privilegio que esa persona te cocine. No al revés.
Dicho esto, voy a compartir un par de lugares en Torino que creo son deliciosos, pero hay que portarse bien.
Ostería Antiche Sere
Hagan una reserva, siempre está lleno, pero vale la pena sentarse en la mesa que quede, aunque este en el rinconcito más rinconcito.
Trattoria Valenza
Ohhhh los gnocchi alla Ligure, las peras al vino y el café de la casa…. mmmmmmm
Las Tres Gallinas
No es un huarique, es un restaurante de mantel blanco de comida típica del Piemonte muy muy rico.
Y acá algunas fotitos más para que se den una idea de que se trata todo esto… y si no van este año, para que se animen a ir en 2016.
¡Buen viaje!
NOTA. Para más información pueden visitar el blog de Karissa Silva (que tiene datos precisos y sabrosos): www.supernatural.pe. Para información sobre los festivales y eventos que se realizan del 23 al 27 de octubre en Milán pueden visitar www.slowfood.com.
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