MEJOR SOMMELIER PERÚ 2024: JOSEPH RUIZ REPRESENTARÁ AL PERÚ EN LOS ÁNGELES Y PORTUGAL ESTE 2025 Y 2026
Así se vivió el Concurso Nacional de Sommeliers 2024, donde por cuarta vez Joseph Ruiz Acosta ganó el primer puesto.
Así se vivió el Concurso Nacional de Sommeliers 2024, donde por cuarta vez Joseph Ruiz Acosta ganó el primer puesto.
Escribe Fiorella Gómez (@lafoodieperiodista) / Fotos Alianza Peruana de Someliers
Por cuarta vez en su carrera, Joseph Ruiz Acosta fue galardonado como el mejor sommelier del Perú, luego de someterse a diversas pruebas que evaluaron su rendimiento y conocimiento en el mundo del vino. Entre cálidos aplausos, risas y abrazos, colegas y figuras de la industria gastronómica lo felicitaron por su destacada participación en la competencia.
Desde 2022, la Alianza Peruana de Sommeliers (Alips) organiza el Concurso Nacional de Sommeliers Perú, la competencia más importante del ámbito de la sumillería en el país. Este año, el evento se llevó a cabo en las sedes de la Escuela Peruana de Sommeliers y el Instituto Le Cordon Bleu. Durante la semifinal, celebrada el pasado 20 de octubre, los 14 participantes inscritos se sometieron a pruebas sensoriales, teóricas y prácticas con el objetivo de clasificar a la gran final.
Tras un proceso intenso de evaluación, los tres finalistas fueron Cristian Barreto, actual sommelier en Premium Brands y exsommelier del restaurante Central; Julián Oliva, sommelier del Hotel Westin; y Joseph Ruiz, quien trabajó en Central y en el restaurante La Niña, y ahora se desempeña como profesional independiente. Los finalistas tuvieron que enfrentarse a cinco pruebas: catas a ciegas de vinos y destilados, un examen teórico y pruebas de servicio para demostrar su desempeño ante situaciones reales.
La figura del sommelier suele ser asociada a un carácter reservado, un servicio de gestos solemnes y un conocimiento tan amplio del mundo del vino que, a veces, suele parecer intimidante para el comensal cotidiano. Sin embargo, la noche del 21 de octubre, los espectadores de la gran final vieron a esos personajes dar su mayor esfuerzo por demostrar sus habilidades. Tras cada participación, dejaban el escenario con la esperanza de no haber errado en sus respuestas para alcanzar el mayor puntaje posible.
A pesar del carácter competitivo del evento, fue agradable notar como todos los participantes animaban a los finalistas a lo largo de su participación frente al jurado. “Al final se formó una comunidad entre los concursantes, que ya también nos conocíamos, pero en cuatro paredes nos divertimos, conversamos y nos desestresamos”, dijo Joseph acerca del ambiente que se vivió a lo largo de la competencia. El jurado estuvo compuesto por destacadas personalidades de la escena gastronómica, como Astrid Gutsche, Andrés Orellana, Carlos de Piérola, Jesús Ixa, Claudia Eraso, Andrea Bruno, Diego Cruz, Bruno Ferrari, Kyra Bruning y Matías Prezioso, director del concurso.
¿Cómo se evalúa a un sommelier? Según la ASI, la participación activa en este tipo de concursos representa para cada participante toda una vida de aprendizaje y constante preparación. Se podría decir que, incluso, el tiempo que dedica un sommelier al estudio y práctica de sus conocimientos puede ser similar al de un atleta profesional o un músico de orquesta. Esto sin tener en cuenta que los profesionales del vino deben estar constantemente entrenando sus sentidos y estimulándolos para afinar su percepción.A pesar del carácter competitivo del evento, fue agradable notar como todos los participantes animaban a los finalistas a lo largo de su participación frente al jurado. “Al final se formó una comunidad entre los concursantes, que ya también nos conocíamos, pero en cuatro paredes nos divertimos, conversamos y nos desestresamos”, comparte Joseph acerca del compañerismo que se vivió a lo largo de la competencia. El jurado compuesto por Astrid Gutsche, Andrés Orellana, Carlos de Piérola, Jesús Ixa, Claudia Eraso, Andrea Bruno, Diego Cruz, Bruno Ferrari, Kyra Bruning y Matías Prezioso, director del concurso.
En este sentido, deben ser competentes no solo en el servicio de todas las bebidas (vino, cerveza, licores, agua, café, té y más), sino que también tener un conocimiento enciclopédico sobre los métodos de producción, las regulaciones y leyes, el clima, la geografía y los aspectos culturales relacionados al vino y otros licores. Por esto, habitualmente los sommeliers son evaluados mediante pruebas teóricas escritas, testeo de servicio y su capacidad para identificar vinos y otras bebidas en las catas a ciegas.
A lo largo del evento, los asistentes pudieron presenciar las participaciones de cada finalista durante una jornada de aproximadamente tres horas. En ese tiempo, cada participante demostró su conocimiento iniciando con una cata a ciegas de dos vinos blancos, de los cuales tuvieron que reconocer el tipo de cepa, su posible origen, las características organolépticas y hasta estimar a qué gama podrían pertenecer. Todo esto con un tiempo limitado. La siguiente prueba fue una simulación donde debían atender a un cliente privado que necesitaba ayuda para reconocer qué bebidas de su cava podían ser falsificadas. En este punto, muchos de los participantes empezaron a desprender nerviosismo por la gran lista de bebidas que se les entregaba. Sin embargo, los tres finalistas lograron terminar la prueba satisfactoriamente sin dejar que les ganara la presión del momento. Luego vino una prueba de servicio en la cual tenían que atender una mesa donde se había solicitado descorchar un vino y también la preparación de un cóctel Capitán en la misma sala, sin perder un trato cordial con los comensales.
Los errores más comunes en esta prueba fueron dar la espalda al público, no brindar una explicación adecuada de las bebidas a consumir hacia los comensales, que en este caso fueron los jurados, y mantener silencios prolongados durante el servicio cuando el objetivo era brindar una experiencia memorable. La personalidad y estilo de cada finalista relució en esta prueba, demostrando quién tenía más carisma en el trato con los clientes y cómo transmitían los conocimientos técnicos a los miembros de la mesa para que puedan comprender más sobre el producto que iban a degustar. Entre otras evaluaciones, los sommeliers tuvieron que demostrar su suficiencia en el idioma inglés realizando la descripción de un vino tinto utilizando el vocabulario correctamente. Del mismo modo, fueron sometidos a una prueba teórica visual donde les presentaron distintas imágenes en una pantalla para que ellos puedan brindar una respuesta a las preguntas. Finalmente, luego de una larga jornada, el jurado deliberó y Joseph Ruiz fue proclamado ganador.
Este es el cuarto título de Ruiz Acosta como mejor sommelier de Perú, habiendo recibido previamente este reconocimiento en 2015, 2018 y 2019. «Las pruebas son similares a las que se presentan en el Panamericano y de un nivel superior en el Mundial. Es un honor representar a mi país; llevar la bandera no es fácil, pero lo estoy tomando con mucha seriedad», comentó Joseph, quien previamente ya ha representado al país en competencias internacionales. En 2018 obtuvo el séptimo puesto en el Best Sommelier of Americas y en 2023 alcanzó el puesto 27 para Perú en el concurso Best Sommelier of the World. “El mundo del vino está cambiando y seguirá cambiando. En el caso de Joseph, uno de los retos que va a enfrentar en Europa es que hay muchos más productos para catar en la competencia. El mercado peruano está marcado por productos de países vecinos como Argentina y Chile, pero no es lo que más se ve en las pruebas internacionales, sino más bien los grandes productores de Europa, además de otros destilados como el sake, whiskey o gin”, explica Soledad Marroquín, sommelier peruana y miembro de Alips que participó activamente en la organización de este prestigioso evento.
Ruiz tendrá la responsabilidad de prepararse para representar al país en el Best Sommelier of Americas 2025, organizado por la Association de la Sommellerie Internationale (ASI) que se celebrará del 17 al 21 de febrero de 2025 en Los Ángeles, California. Además, competirá en el Best Sommelier of the World 2026 a realizarse en Lisboa, Portugal. Su logro no solo representa un importante hito en su carrera, sino también un gran avance para la profesión de la sumillería en nuestro país. “Es un enorme placer ver cómo se sigue desarrollando la profesión en nuestro país y este tipo de eventos son sumamente importantes para seguir trabajando por ese desarrollo”, explicó Andrea Bruno, quien participó como jurado en esta competencia y tiene más de 20 años formando sommeliers. Por su parte, el ganador señaló que luego de celebrar su logro en la competencia retomará su labor empezando a prepararse. “Mañana se trabaja y se estudia”, expresó.
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