CITÉ DU VIN: UN LUGAR PARA INTRODUCIRSE EN EL FANTÁSTICO MUNDO DEL VINO
Juver Aliaga visitó el museo en Boudeaux, un espacio dedicado al mundo del vino.
Juver Aliaga visitó el museo en Boudeaux, un espacio dedicado al mundo del vino.
Escribe Juver Aliaga (IG @juver_aliaga_wine) / Foto de portada Anaka, Cité du Vin
Bordeaux (Francia) es la capital mundial del vino, paso obligatorio para los amantes de la vitivinicultura, y especialmente para mí. Le debo una parte de mis inicios a esta maravillosa región y, además, porque tengo grandes amigos en esta ciudad donde hace algunos años se levantó la Cité du Vin, un lugar único que rinde culto a esta bebida.
Este impresionante museo contemporáneo inició su construcción en 2008 y la finalizó e inauguró en junio de 2016. La Cité du Vin está compuesta por más de 2500 piezas de aluminio y vidrio repartidas en toda la edificación, los pequeños vitrales de color oro y plata dejan pasar los rayos del sol iluminando el interior, y en el exterior sus colores dan una sensación de movimiento que ensambla perfectamente con la naturaleza. La Cité se eleva ocho pisos con 55 m de alto y 13350 m2 de área para visitar. Fue diseñada en círculo para evocar el movimiento y flujo ininterrumpido del vino, como si fuera una copa, al mismo tiempo sus curvas juegan con el entorno del río Garonne que lo circunda.
La Cité du Vin ofrece un espectacular viaje virtual el mundo del vino mediante las diferentes etapas evolutivas e innumerables culturas y civilizaciones. Llegar es muy fácil desde el centro de Bordeaux: se puede tomar un tranvía que te deja a 20 m del ingreso principal, o si se viene en auto, hay un parking a 50 m de la entrada.
Ingresando se encuentra la recepción donde se puede comprar la entrada, la cual dependerá del tiempo que tenga para su visita, ya que para disfrutar de todo se necesita más de un día. El recinto está bien estructurado para que se pague lo justo y pueda pasar una interesante y cómoda estadía. Ya dentro, lo primero que se encuentra es una boutique temática, donde se puede encontrar lo inimaginable en accesorios para el vino, libros, además de souvenirs como polos con frases alusivas al vino, copas para cada diferente tipo de uva, mandiles, descorchadores en diversos modelos y el famoso Coravin, un aparato único que nos permite dosificar el consumo de una botella, manteniendo el contenido restante en estado óptimo, esta vez en su versión de bolsillo.
Siguiendo el recorrido encontramos una maravillosa tienda de vinos, brasserie y bistrot, llamada Latitud 20. Nombre que le pusieron haciendo referencia a que la mayor parte de los viñedos en el mundo están sobre esta latitud, y además porque la fonética de la palabra “veinte”, en francés, es muy parecida a palabra vino en la misma lengua. Esta boutique es más que una tienda de vinos, es una biblioteca, donde encontramos 800 vinos de diferentes referencias llegadas de 70 países, incluso conseguimos un Intipalka de Perú, con un total de 14 mil botellas en el interior. Lo interesante de esta biblioteca es que ofrecen una amplia gama, donde la relación calidad/precio es prioridad. Los vinos son seleccionados por un comité de degustación de profesionales y amantes del vino.
Además de las ventas, aquí se realizan degustaciones personalizadas de todo tipo, maridajes e incluso degustaciones con enólogos de la región. Tienen un bistrot donde se puede comer desde un menú del día y tapas con posibilidad de pedir para llevar. Y para hacer la propuesta más completa, encontramos una brasserie con una decoración contemporánea donde se pueden probar platos internacionales maridados con vinos de la misma región o país, toda una propuesta para deleitar al más exigente visitante.
Siguiendo con la visita, todos tienen derecho a acceder a un guía portátil personal, conectado a un dispositivo innovador que detecta tu ubicación y establece automáticamente el contenido apropiado. La guía digital explica todo en tiempo real y además la pueden configurar en idiomas. También es importante acotar que las áreas tienen acceso para discapacitados. Y los más pequeños también pueden comenzar a aprender de vinos. Toda la información interactiva para ellos es muy similar, pero la mayor diferencia es que el contenido está ilustrado en forma amena. Esto hace que sea muy divertido y definitivamente atractivo para los niños.
Con nuestra guía portátil en mano pudimos acceder a todas las atracciones, y entre las más relevantes está, por ejemplo, una sala comedor virtual en donde se simula una cena de varios tiempos, todo para deleitar solo uno de los sentidos, la vista, ya que cada paso de comida y vinos está caracterizado por un color específic. Fue una noche de degustación en donde nuestra mente trabajaba de forma placentera.
Otra de la actividades fue una visita virtual a los viñedos del mundo, cuyas imágenes son proyectadas en tres pantallas gigantes, en un amplio espacio, donde se disfruta de las mejores vistas de las viñas, con explicaciones sencillas para comprender mejor la diversidad de sus suelos, climatología y topografía. Las tomas panorámicas nos dan la sensación de estar sobrevolando cada uno de los hermosos parajes donde se cultivan las uvas.
Luego encontrarán una serie de globos interactivos donde podrán ver cómo se difundieron las vides en el planeta y cómo se desarrolló el comercio internacional del vino. La mesa terroir es una estación táctil, donde pueden elegir entre 50 enólogos de 10 diferentes regiones vitivinícolas en el mundo: ellos explican sobre sus regiones vitivinícolas, tipo de cultura, elaboración y crianza, además de algunos de sus secretos para obtener los deliciosos caldos.
Otro de los atractivos es una línea de vides hechas en madera, cada una con mesas táctiles que permiten descubrir actividades puntuales que el hombre realiza para cultivar las uvas, como por ejemplo, vendimias, elaboración, crianza y otros. A un lado podrán ver seis botellas de vinos gigantes, cada una dedicada a uno de los tipos de vinos que existen, presentando de manera virtual su historia y sabores. Una de las actividades más interesantes para los que aman la historia es «el vino sobre el agua»: cinco paneles animados ilustran las grandes rutas fluviales y los cruces oceánicos por donde el vino llegó a los diversos mercados del mundo siguiendo una línea de tiempo. Y si les gusta la aventura, podrán subir a bordo en un bote virtual con 50 personas y viajarán por los mares y la historia, con la sensación de movimiento incluida, una maravillosa aventura que les hará descubrir un poco más del vino.
La galería de civilizaciones los llevará por una aventura arqueológica en busca de grandes civilizaciones del vino, desde el inicio hasta los últimos tiempos. Para relajarse por un momento se pueden sentar y apreciar una cena muy especial con personajes ilustres de todas las épocas discutiendo sobre sus grandes y famosos vinos favoritos; personajes que amaron el vino, como Voltaire, Churchill, Napoleón, etc.
También está el llamado buffet de los cinco sentidos, donde podrán participar en talleres de degustación animados que introducen al visitante al arte de probar y despertar los sentidos, con una profusión de colores, imágenes, sabores y aromas. Es muy fácil poder guiarse y si tienen alguna pregunta sobre cualquier tema relacionado al vino y marketing de vinos, pueden tener una reunión virtual con expertos, especialistas, sommeliers y enólogos que aclararán sus dudas
Y por último, para terminar, subimos al sétimo piso, donde encontramos el restaurante Le 7 Restaurant Panoramique. Este lugar ofrece una vista impresionante del puerto de la Luna y el Puente de Aquitania, y pudimos probar una variedad de platos gourmet que realmente nos enamoraron; además tienen una carta de vinos de 50 países productores de todo el mundo, la cual disfrutamos.
Visitar la Cité du Vin es una experiencia que seguramente jamás podrán olvidar, es recomendable que tomen su tiempo para ello. Un mundo de actividades que, como dije antes, podría tomar más de dos días si la visitas a detalle. La recomendación es de dos días, entre abril y setiembre, y podrán aprovechar el clima de esta bella región.
LOS DATOS
La Cité du Vin, está ubicada en Bordeaux, Francia. Se pueden comprar las entradas en su web para las diferentes experiencias.
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