PARA ESTOS DÍAS DE FRÍO INTENSO, QUÉ MEJOR QUE EXPLORAR LA COCINA RUSA
No solo de sopa borscht está hecha la gastronomía rusa, hoy María Elena Cornejo explora el mundo de esta cocina confortable que irrumpe en Lima.
No solo de sopa borscht está hecha la gastronomía rusa, hoy María Elena Cornejo explora el mundo de esta cocina confortable que irrumpe en Lima.
Escribe María Elena Cornejo (cucharonviajero)
Poco sabemos de la cocina rusa. Salvo el vodka, el elegante caviar, la sopa borscht (cuyo origen es más bien ucraniano) y la desvirtuada y socorrida ensaladilla rusa, esa cocina austera y diversa nos es prácticamente desconocida. Pelmeni Rusinca es una espacio que explora y difunde una gastronomía lejana pero de sabores muy confortables.
Fuera de algún festival o evento específico, ningún restaurante propio ha llevado al público la gastronomía de esa parte del mundo. Elena Mitryakovskaya lo hace, extendiendo su propuesta a las cocinas de Bielorrusia y Ucrania.
Los platos rinden homenaje al producto, son poco proclives a salsas, aliños y condimentos intensos. Más bien son pródigos en encurtidos, yogur y crema agria con los que logran el punto de acidez necesario. La papa, nuestra papa, es parte importante de su dieta alimenticia. Desde su página en Facebook Pelmeni Rusinca, Elena ofrece varios platos congelados y envasados al vacío o simplemente enfriados si se quiere comerlos en el día.
La estrella, por supuesto, son los típicos pelmenis de origen siberiano. Una mezcla de ravioles con empanaditas que llevan generoso relleno, sea de carne, pollo, trucha, ricotta u hongos. La manera tradicional de comerlos es hervidos y salteados en mantequilla; sin embargo, soportan cualquier salsa al estilo italiano que uno quiera agregar.
La cocina rusa tiene muchos elementos de la cocina francesa (recordemos que Catalina La Grande fue una apasionada francófila), así como del antiguo imperio ruso y los pueblos que viven en ese vastísimo territorio de climas tan crudos como dispares. Nuestra cocinera ofrece los famosos blines (muy populares en San Petersburgo), una suerte de crepes con rellenos diversos y que funcionan como los sánguches o las hamburguesas en occidente. Es un plato muy antiguo que se solía comer en fiestas populares; hoy las creperías o blinnaya están por todos lados. Los syrniki o panqueques, similares a las crepes, tienen una versión dulce y sirven para el desayuno: los hay solo de ricotta o mezclados con plátano, duraznos, fresas u otra fruta de estación. Otro plato de fondo son los zrazi (rollos de carne molida) y los rellenos en general: pimientos, tomates, papas o berenjenas rellenas y la deliciosa col rellena con carne o pollo y cocinada al vapor. Si quiere conocer más de esta gastronomía les dejo las coordenadas. Teléfonos: 559-3100 y 991-772-830 / ventas@rusinca.com / FB www.facebook.com/rusinca / www.rusinca.com
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