WINES OF ARGENTINA: BLANCOS DE PRINCIPIO A FIN
Un buen almuerzo nikkei en restaurant Toshi se convirtió en excepcional, cuando se armonizó con 17 vinos argentinos -en su mayoría blancos-, y la presencia de 16 bodegas y sus enólogos.
Un buen almuerzo nikkei en restaurant Toshi se convirtió en excepcional, cuando se armonizó con 17 vinos argentinos -en su mayoría blancos-, y la presencia de 16 bodegas y sus enólogos.
Un buen almuerzo nikkei en restaurant Toshi se convirtió en excepcional, cuando se armonizó con 17 vinos argentinos -en su mayoría blancos-, y la presencia de 16 bodegas y sus enólogos. Una experiencia fuera de lo común, porque cada etiqueta contó con su espacio, momento, explicación, sabor afín, de lo que se encargó Wines of Argentina con la guía de la sommelier Florencia Rey, en el marco del Alta Gama Winefest organizado por la distribuidora Almendariz.
Antes del primer bocado, la sommelier afirmó que se trataba de la mejor oportunidad para mostrar lo que está pasando con respecto a los vinos blancos argentinos, que se destacan por su calidad, versatilidad y variedad. En esta ocasión, se sirvieron vinos elaborados de uvas Sauvignon Blanc, Semillón, Chardonnay y su emblemática Torrontés, que abarcaron los años 2015, 2016 y 2017.
El punto de inicio del menú de nueve tiempos, fue la concha maka tobiko armonizada con espumante de Bodega Alta Vista, único rosé del almuerzo, a lo que le siguieron platillos emblemáticos del restaurante Toshi como sashimi moriawase, makis, nigiris, gyozas, nisakana (mero cocido en sake con salsas shoyu y kión), arroz con mariscos y arroz con pato. Cada plato fue servido con dos o tres etiquetas de distintas cepas, destacando su afinidad con la cocina nikkei peruana.
A lo largo de la comida cada enólogo presentó su vino, ofreciendo detalles de la añada que abarcaban los cambios y adaptaciones con respecto a años anteriores, dificultades, particularidades del clima y de la guarda, incluso alguna que otra anécdota, al punto de que se generó una interacción inusual, porque se preguntaban en voz alta aspectos técnicos y sensoriales que enriquecieron la dinámica. En esta oportunidad, participaron las bodegas Alta Vista, Colomé, Doña Paula, Humberto Canale, San Pedro de Yacochuya, Altocedro, Vistalba, El Esteco, Vistalba, Viña Cobos, Mascota Vineyards, Navarro Correas, Altos Las Hormigas, Salentein, Escorihuela Gascón, Norton, El Enemigo y Catena Zapata que comparten enólogo.
El único detalle a considerar fue lo extenso del almuerzo, que no permitió que algunos comensales lo completaran, unido a que el único momento para lo que no se dedicó atención, ni armonías, fue al de los postres que quedaron a la deriva. Una lástima, porque los vinos blancos son propicios para los dulces cierres. Sin duda, Wines of Argentina salió bien librada de un reto nada sencillo, donde los blancos brillaron de principio a fin. Una dinámica que abre la posibilidad de repetirse con otras cepas y tipos de comida, porque ofrece una panorámica nítida de los vinos que ofrece el país austral. Escribe: Vanessa Rolfini (Instagram: @rutasgolosas) / Fotos: Wines of Argentina.
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