NATALIA GONZALES, ENTREGADA A LA AMAZONÍA

Natalia Gonzales se enamoró de la selva en 2006 y se mudó a San Martín. Renunció a su trabajo, vendió todas sus cosas y rompió con la ciudad para internarse en un mundo donde pudiese investigar más de cerca las plantas medicinales. Natalia estudió antropología, diseño de modas y administración, comenzar de nuevo no iba a ser fácil, pero el desafío no le apagó el espíritu. Cayó en casa de un maestro vegetalista Kichwa, Winston Tangoa, quién prácticamente la adoptó como parte de su familia y así aprendió costumbres, sobre comida tradicional, a pescar y a “cultivar” la chacra de cacao. “Me enseñaron que el tiempo en el campo es otro, que la naturaleza decide y no importan nuestros planes”, afirma.

Los años cambiaron sus ritmos y su forma de enfrentar las dificultades. Comenzó a trabajar en un centro de salud con médicos vegetalistas nativos y medicina tradicional (occidental) y entabló una relación más cercana con las mujeres Kichwa y Awajún y su arte. Así comenzó un intercambio de ida y vuelta que ha influenciado mutuamente sus trabajos y productos, elevando el nivel de detalle en las piezas y rescatando tradiciones que ya no se practicaban tanto. Los desafíos son diarios, comenzando porque el acceso a la comunicación (telefonía) es inexistente en muchas zonas y las horas de viaje pueden convertirse en días. Construir una cadena de valor y mantenerla es complicado, pero en eso está. El resultado de tanto empeño es generar arte con fines utilitarios a pequeña escala, un ingreso sostenible para las familias Kichwa, Awajun, Shawi, Shiwilu, Matsigenka, Ashaninka y Cashinahua, y difundir el arte amazónico en sus diferentes líneas como cerámica, cestería y textilería. El continente de los alimentos y lo que, de cierta manera, cuenta nuestra historia en el tiempo.

Hoy su tienda en Tarapoto, Jane Artisans, es más que un lugar de venta, se ha convertido en un espacio de inmersión de la cultura Amazónica, donde desde la música y los relatos de quienes atienden (la misma Natalia entre ellos) se comprende un poco más de estas historias para nosotros nuevas, para ellos ancestrales. Se conecta con otras cosmovisiones, se explora cultura en cada pieza de arte. Es la artesanía y el arte llevados a la excelencia. Contacto: Instagram @jane.artisans.

NATALIA GONZALES, DEVOTED TO THE AMAZON

Words by Paola Miglio (IG @paola.miglio)

Natalia Gonzales fell in love with the jungle in 2006 and moved to the San Martín Province. She quit her job, sold all her belongings, and broke ties with the city to delve into a world where she could explore up close about medicinal plants. Natalia studied anthropology, fashion design, and administration, so starting anew wouldn’t be easy, but the challenge didn’t dampen her spirit. She landed at the home of a Kichwa plant master, Winston Tangoa, who practically adopted her as part of his family. Thus, she learned about customs, traditional food, fishing, and «cultivating» the cacao farm. «They taught me that time in the field is different, that nature decides, and our plans don’t matter,» she asserts.

Time changed her rhythm and approach to facing difficulties. She began working in a health center with native plant doctors and traditional (Western) medicine and developed a closer relationship with Kichwa and Awajún women and their art. Thus began a mutual exchange that influenced their works and products, enhancing the level of detail in the artwork and reviving traditions that were no longer practiced. Challenges are daily, starting with the fact that communication access (telephony) is nonexistent in many areas, and hours of travel can turn into days. Building and maintaining a value chain is complicated, but she’s working on it. The result of so much effort is to generate art with practical purposes on a small scale, providing sustainable income for Kichwa, Awajun, Shawi, Shiwilu, Matsigenka, Ashaninka, and Cashinahua families and spreading Amazonian art in its various forms, such as ceramics, basketry, and textiles. It’s the continent of food and what, in a certain way, tells our history over time.

Today, Jane Artisans, her store in Tarapoto, is more than a sales place; it has become a space for immersion in Amazonian culture. Through music and the stories of those who attend (including Natalia herself), you can understand more of these stories, which are new to us but ancestral to them. The store connects with other worldviews and explores culture in every piece of art. Its craftsmanship and art have been elevated to the excellence level. Contact: Instagram @jane.artisans.

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