Escribe Soledad Marroquín (IG @ sol_marroquin)

El mundo de las bebidas es un camino muy competitivo, especialmente en el campo de las ventas. En esta ruta donde los varones son mayoría, Pirucca Brummell desarrolló resiliencia para afrontar situaciones complicadas. Con capacitación constante y seguridad, hoy ha logrado conquistar el complejo canal Horeca.

Pirucca Brummell, Piru para las amistades de siempre, mantiene hasta hoy la pasión por las ventas que inició en sus 20 años. Su primer trabajo fue en una gran empresa cosmética en la línea de protección solar y allí en la misma unidad de negocios, se presentó un puesto en el área de licores. Así inició su gran aventura en el mundo de las bebidas. Su amor y motivo para el gran desarrollo personal y profesional que ha logrado es su hija Francesca, a quien tuvo siendo muy jovencita. Por y con ella avanzó contra viento y marea, creciendo y escalando con esfuerzo y dedicación. En su trabajo de promotora de ventas inició estudios como sommelier, profesión que le abrió puertas en otros puestos hasta tener 32 personas a su cargo en LC Group; hoy es jefa de ventas canal Horeca del Grupo Tabernero. 

El mundo de las bebidas es un camino muy competitivo. En esta ruta donde los varones son mayoría, desarrolló resiliencia para afrontar situaciones complicadas, ética profesional para resistir las tentaciones del mundo de las bebidas, desarrollando una comunicación efectiva para llegar al cliente, así como empatía con el equipo de trabajo para capear los días que no son tan buenos. Pirucca resalta el papel de los estudios profesionales: además de sommelier, siguió con marketing práctico en el IPM, catadora de pisco y gestión de bar en IDVIP, y finalmente dirección de ventas en la UPC, especialidad que acaba de concluir manteniendo la sonrisa y actitud. Así hayan noches con pocas horas de sueño, ella sigue siendo la misma mujer llena de ilusiones y con ganas de seguir conquistando la vida, con más años y experiencia que le han permitido crecer y lograr sus objetivos pero manteniendo su esencia y humildad. Piruca, si mirara hacia atrás, no cambiaría nada. 

Su día empieza a las 5:30 horas, para ejercitarse, para a las 9:00 horas llegar a la oficina hasta que caiga la noche porque, como nos explica, la gente de ventas sabe a qué hora entra pero a qué hora sale. El trabajo en sí es intenso y de mucho estrés cuando las ventas no se logran; por eso, para equilibrar la carga de trabajo, toma clases de salsa. Sus fines de semana son para la familia y desconectar, pasear, leer un libro o practicar senderismo. 

Un gran reto que logró superar fue ganarse la confianza de los clientes que trataban con varones de mayor jerarquía; su perseverancia y claridad en las negociaciones lo logró. Piru tiene más retos por cumplir, como continuar su preparación profesional (como bien dice, nunca se deja de aprender). A sus colegas mujeres les pide que sigan sus sueños, que venzan los obstáculos del camino, cultivando el conocimiento, la disciplina, la constancia, la honradez y la pasión por el trabajo. “Muchas mujeres hemos demostrado que se puede y ellas no serán la excepción”. 

PIRUCCA BRUMMELL: THE SALES FORCE

Words by Soledad Marroquín (IG @ sol_marroquin)

The beverage industry is a highly competitive field, especially in sales. In this male-dominated environment, Pirucca Brummell developed resilience to face challenging situations. She has successfully conquered the complex Horeca channel through continuous training and confidence.

Pirucca Brummell, known as Piru to her lifelong friends, has maintained her passion for sales since her twenties. Her first job was at a major cosmetics company in the sun protection line, and within the same business unit, an opportunity arose in the liquor division. That was the beginning of her great adventure in the beverage world. Her greatest motivation and driving force for her remarkable personal and professional growth has been her daughter, Francesca, whom she had at a very young age. For and with her, Pirucca pushed forward against all odds, advancing and climbing the ranks through effort and dedication. Starting as a sales promoter, she pursued studies as a sommelier— a profession that opened doors for her, allowing her to rise to a leadership position overseeing 32 people at LC Group. Today, she is the Horeca channel sales manager at Grupo Tabernero.

The beverage industry is fiercely competitive. In this male-dominated space, Pirucca developed resilience to face challenges, professional ethics to resist the temptations of the industry, effective communication to connect with clients, and empathy with her team to navigate difficult days. She emphasizes the importance of professional studies: in addition to becoming a sommelier, she pursued practical marketing at IPM, pisco tasting and bar management at IDVIP, and sales management at UPC, a specialization she recently completed—all while maintaining her smile and positive attitude. Even on nights with little sleep, she remains the same woman full of dreams, eager to keep conquering life, with years of experience that have helped her grow and achieve her goals while staying true to her essence and humility. If she were to look back, she wouldn’t change a thing.

Her day starts at 5:30 a.m. with exercise, followed by work at 9:00 a.m., which lasts until late at night—because, as she explains, salespeople know when they start but not when they finish. The job is intense and stressful, especially when sales targets aren’t met. To balance her workload, she takes salsa lessons. Her weekends are dedicated to family, disconnecting, walking, reading, or hiking.

One of her most significant challenges was earning the trust of clients who were used to dealing with higher-ranking men. Her perseverance and clarity in negotiations won them over. Pirucca still has many goals to achieve, including continuing her professional development—because, as she wisely says, learning never stops. To her female colleagues, she encourages them to pursue their dreams and overcome obstacles by cultivating knowledge, discipline, perseverance, integrity, and passion for their work. “Many women have proven that it is possible, and they will be no exception.”

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