ISOLINA VARGAS: COCINA DE FAMILIA
Hace más de 40 años doña Isolina Vargas tomó una decisión que cambió la vida de todo su clan. Valientemente aceptó un reto y echó La Red a La Mar.
Hace más de 40 años doña Isolina Vargas tomó una decisión que cambió la vida de todo su clan. Valientemente aceptó un reto y echó La Red a La Mar.
Escribe Catherine Contreras (IG @catscr1969) / Foto de portada Jimena Agois (IG @jimena.agois)
Su nombre es famoso y sus postres también. Pero su historia, sobre todo, es celebrada por quienes han seguido por años la discreta trayectoria de Isolina Vargas, mujer emprendedora que hace 43 años tomó una decisión que cambió la vida de todo su clan.
Doña Isolina trabajó 20 años (primero en el Ministerio de Agricultura y luego haciendo movilidad escolar) antes de lanzar La Red a La Mar. Vio una oportunidad: «se traspasa cebichería», decía el aviso; sin saber mucho de cocina, aceptó el reto y empezó. Vender menú fue un salvavidas para esta madre de cuatro chicos: Juan, los gemelos Julio y Luis, y su pequeño José, el hoy célebre chef. En su memoria abundan historias: que su primera parihuela resultó incomible; que sus hijos se turnaban para atender las mesas y para cobrar en caja; que fue Chacha, morena salvadora, quien le enseñó la sazón con la cual dieron un giro hacia la comida criolla.
Valiente y pujante, Isolina se mudó de local, pero nunca dudó en quedarse en su barrio, aunque por mucho tiempo la zona fue considerada peligrosa. Hace mucho que el vecindario ha cambiado, y ella sigue allí. Religiosamente, cada día de la semana llega a La Red, cargada de postres que ella misma prepara. ¿Será que dulzura le sobra a este modelo de mujer? Contacto: IG @laredrestaurante.
Over 40 years ago Isolina Vargas took a lime changing decision for her and her family, bravely she took on a challenge and created La Red in La Mar.
Her name is famous also her desserts too. But her story, above all, is celebrated by those who have followed the discreet trajectory of Isolina Vargas for years, an enterprising woman who made a decision 43 years ago that changed the life of her entire family.
Doña Isolina worked for 20 years (first in the Ministry of Agriculture and then as a school bus driver ) before launching La Red. She saw an opportunity: «Cebichería for sale,» said the ad; not knowing much about cooking, she accepted the challenge and began. Selling executive menus was a lifesaver for this mother of four: Juan, twins Julio and Luis, and her youngest José (Del Castillo), now the renowned chef. Her memory is full of stories: her first Parihuela was inedible; her sons took turns serving tables and working the cash register; it was Chacha, a dark-skinned lifesaver, who taught her the ways in which they shifted toward Peruvian Food.
Brave and hardworking, Isolina moved locations but never hesitated to stay in her neighborhood, even though the area was considered dangerous for a long time. Today, she is still there. Religiously, every day of the week, she arrives at La Red, carrying desserts she prepares. Could it be that this model of a woman has an abundance of sweetness? – Contact: IG @laredrestaurante.
La cocina empezó a despertar hace algunos años, con influencias generosas de extranjeros que nutrieron un panorama no desierto, pero sí poco desafiante. El arte la acompaña.
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