Escribe Soledad Marroquín (IG @sol_marroquin)

Lleva pocos años tras la barra preparando cafés, pero la joven Andrea Llanos ya sueña con tener algún día un pequeño coffee truck para difundir los granos de productores peruanos que poco a poco va conociendo.

Una vez más los tiempos de pandemia marcaron el momento justo para tomar una decisión que definiría un rumbo distinto en la vida de una joven profesional. Andrea Llanos se encontraba en búsqueda de trabajo y le contaron que una reconocida cafetería de especialidad estaba requiriendo personal para la atención de sus clientes; muy entusiasmada postuló y empezó así una nueva etapa en su vida profesional. Hasta ese momento ella no conocía nada sobre el oficio de barista, su gusto por el café se centraba en disfrutarlo, pero gracias a su nuevo trabajo aprendió todo lo que hoy sabe sobre este producto. 

Su pasión por el barismo tiene raíces profundas que nacen en las reuniones familiares de los domingos en casa de su abuela paterna. Cada fin de semana era un verdadero festín criollo, con comida deliciosa, la música que los llenaba de alegría y algo que nunca faltaba: un buen vino. Su tío, el recordado y querido profesor Jorge Llanos, con su carisma y dedicación, enseñaba a apreciar la calidad, mostrando en cada sorbo diversidad de sabores y aromas, algunas veces mientras cantaba. Su paciencia y amor por el arte del vino despertaron en la joven Andrea un interés especial y fue desarrollando poco a poco el sentido del gusto y el olfato para distinguir un sinfín de notas. Nunca imaginó que esas vivencias le servirían tiempo después en el mundo del café y vive agradecida con su querido tío Jorge porque la hizo descubrir un mundo de sensaciones y detalles que hoy son la base de su profesión. Según nos dice, su legado está presente en cada taza de café que prepara, buscando siempre esa calidad y esa conexión que él le  enseñó a valorar.

Andrea es comunicadora de profesión y, para su asombro, vio cómo afloraron otras oportunidades, pasiones y talentos que no sabía que tenía. Conoció un mundo tan grande que poco a poco le fue mostrando las novedades sobre el café, como el desarrollo sostenible en diferentes partes del Perú. Pero, sobre todo, conocer a muchas personas que viven de ello con amor, dedicación y que comparten sus conocimientos enriqueciendo así la cultura cafetera del Perú. Su método de extracción favorito es el origami (recién lo descubrió el año pasado). Le gusta preparar los cafés de Cajamarca, que son diversos y nobles al paladar. Su sueño como barista es tener su propio coffee truck con una temática única. “Me gustaría tener algo chiquito y al paso”, apunta. Se siente agradecida con su trabajo en Neira Café Lab, y con las personas que ha conocido, pues cada día aprende algo nuevo de ellas.

ANDREA LLANOS: COMMUNICATOR WITH A BARISTA’S TALENT

Words Soledad Marroquín (IG @sol_marroquin)

Although she’s only been behind the bar preparing coffee for a few years, young Andrea Llanos already dreams of one day having a small coffee truck to promote the beans from Peruvian producers she’s gradually getting to know.

Once again, the pandemic marked the right moment for a young professional to make a life-changing decision. Andrea Llanos was looking for work when she heard that a renowned specialty coffee shop was hiring staff to serve customers. Enthusiastically, she applied, marking the beginning of a new chapter in her professional life. Until then, she knew nothing about the barista profession; her love for coffee focused on simply enjoying it. But thanks to her new job, she learned everything she now knows about the craft.

Her passion for being a barista has deep roots, beginning with Sunday family gatherings at her paternal grandmother’s house. Each weekend was a true Peruvian feast with delicious food, music that filled them with joy, and something that was never missing: good wine. Her uncle, the beloved and remembered teacher Jorge Llanos, with his charisma and dedication, taught them to appreciate quality, showing the diversity of flavors and aromas in every sip, sometimes while singing. His patience and love for the art of wine sparked a special interest in young Andrea, gradually developing her taste and sense of smell to distinguish an array of notes. She never imagined that these experiences would be useful later in the world of coffee, and she lives grateful to her dear Uncle Jorge for introducing her to a world of sensations and details that are now the foundation of her profession. According to her, his legacy is present in every cup of coffee she prepares, always seeking the quality and connection he taught her to value.

Andrea is a communicator by profession, and, to her surprise, she saw other opportunities, passions, and talents emerge that she didn’t know she had. She discovered a vast world that gradually revealed new trends in coffee, such as sustainable development across different regions of Peru. Above all, she met many people who lived this craft with love and dedication, sharing their knowledge and enriching Peru’s coffee culture. Her favorite brewing method is the Origami dripper, which she only discovered last year. She enjoys preparing coffees from Cajamarca, which are diverse and pleasing to the palate. As a barista, she dreams of having her own coffee truck with a unique theme. «I’d like something small and easy to go,» she notes. She feels grateful for her work at Neira Café Lab and for the people she has met, as she learns something new from them every day.

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