Escribe Paola Miglio (@paola.miglio)
Isolina desplegó un delivery potente en sabor, generoso en guisos y con un cuidado especial por las cocciones lentas. Pero, además, con la semana ha ido nutriéndose de nuevos ingresos en una carta pequeña y variada que seguramente será la alegría de sus Fiestas Patrias. Ojo, la elección debe ser bien pensada, aunque si ya se desbandan probablemente les quedará para el recalentado del 29. Acá nuestros elegidos, esos que siempre pedimos y con los que no hay arrepentimiento alguno. Ahora, si quieren irlos a comer in situ: este viernes 24 abre Isolina, así que anótense con las reservas que se atiende solo al 40% de la capacidad del local.
Hay varias razones por las que le somos fieles a Isolina: no solo porque sus recetas son esas de antaño que no muchos se mandan a hacer en Lima debido a lo complejo de su elaboración, sino porque el cariño que le ponen a cada guiso, papa rellena, plato de pepián o sangrecita, nos invita a ese cuchareo casero interminable, de larga tertulia y compartires. José del Castillo, el chef a cargo, ha mantenido consistencia en el tiempo y pensando muy bien qué dejar y celebrar en su carta. Quizá para 28 decida incluir un par de platos más, pero aún no está decidido. Lo que sí la rompe, es el nuevo pollo al horno de tamaño importante y sabor intenso que acaba de lanzar hace unas semanas. A continuación, les contamos más.
- El pollo al horno. El de estreno, que salió la semana pasada y con esa suavidad, tamaño y piel dorada se robó corazones. Es de volumen importante y pueden comer hasta cinco personas, cuatro si son de buen diente. La peculiaridad es que está hecho primero a la olla y luego al horno con una capa de mantequilla que cubre coquetamente la piel. Viene con chaufa graneado (así se transforma es un “mostrazo”), una ensalada fresca, el jugo del pollo bien empacado por si hace falta más, tres papas amarillas doradas y ají pollero.
- Escabeche de bonito. Por el que siempre volvíamos y por el que regresaremos pronto, mientras tanto llega una buena poción que mantiene todo el sabor y frescura y que da para compartir entre dos, una suerte de entrada o preludio para el resto del festín. Aguanta muy bien hasta la noche, si deciden pedirlo para el almuerzo.
- Arroz chaufa de lomo. Califica como uno de nuestros favoritos y viene con plátano frito y huevos fritos. En serio, no se lo van querer dar a nadie y contienen todos nuestros ingredientes queridos. No les sugerimos que hacer con lo que sobre, porque la verdad no creemos que dejen ni un grano de arroz en el plato.
- Papa rellena. Es voluminosa y con harto relleno bien sazonado. Si quieren para picar, todo bien, pero también puede ser plato único. Llega en buena forma. No se les ocurra recalentar en el microondas que pierde su razón de ser.
- Cau cau con sangrecita. El bien amado, el siempre bien recibido, el combo perfecto. Ah, si ven que entró el pepián a la carta, no dejen de pedirlo. Ni el olluquito. Son sabores de antaño, de esos rescatados que cuando comemos nos disparan a nuestra infancia.
- Lomo saltado. Siempre en su punto justo de suavidad y ahumado, piezas de carne que incluso hay que partir de lo grandes y gorditas, papas recién hechas y vegetales bien tratados. No le falta ni sobra nada.
- Estofado de ossobuco. Llegan 800 gramos con jugo, arroz y puré de papa. Es, obviamente, también para compartir, y si se lo piden y están solos, para guardar. La carne aguanta y pueden hacerse un sánguche en pan francés en la noche, con salsa criolla y así seguimos mezclando orígenes.
- Seco de asado de tira con arroz y frejoles. Estos son 700 gramos de carne que da para varios y guarda una profundidad de cocción amorosa y querendona. Es nuestra Lima criolla resumida en un platazo. El recalentado del día siguiente es obligado, y también puede convertirse en un tacu tacu glorioso.
- Mondonguito a la italiana. El plato es bastante grande. En realidad, todas las porciones están bien portadas, pero hay opciones para pedir media ración. Este guiso suculento se anima con papas fritas caseras y arroz, siempre.
- Ají de gallina y tallarín saltado a la criolla. Dos clásicos bastante conocidos que se plantean correctamente en platos también bastante generosos.
- Las sopas. El remedio perfecto para el frío invierno. Hay menestrón y sancochado de caldo sustancioso, con una alegre diversidad de verduras de estación y piezas de carne suaves, que se deshacen con solo jalarlas con el tenedor.
- Bebidas. Chicha casera, por supuesto, y Capitán Oroya, que alcanza para dos cócteles, embotellado y llega muy bien a casa.
LOS DATOS
- Delivery y para llevar de lunes a sábado hasta las 19:30 horas y domingo hasta las 17:00 horas. Pedidos al WhatsApp 943-833-031 y vía isolina.pe.
- Precios: el pack completo del pollo está S/ 78 y es para pedir con un día de anticipación. Precio aproximado por persona sin bebidas S/ 60. Ojo, hay porciones personales o medias porciones.
Etiquetas: isolina, cocina criolla, delivery, recomendaciones, qué pedir, ají de gallina, lomo saltado, josé del castillo
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