NOVIEMBRE: LAS TANTA WAWAS DE LAS MARÍAS DULCES LLEGAN EN ENCOMIENDA
Las Marías Dulces no solo recupera la tradición familiar, sino que explora la iconografía cusqueña para dar vida a detallados trabajos de pan y azúcar.
Las Marías Dulces no solo recupera la tradición familiar, sino que explora la iconografía cusqueña para dar vida a detallados trabajos de pan y azúcar.
Escribe Paola Miglio (IG @paola.miglio)
María Amparo Tiscoc Rodríguez es cusqueña y aprendió sola a preparar postres y dulces. Hace ya varios años lanzó Las Marías Dulces, donde no solo recupera la tradición familiar, sino que explora la iconografía cusqueña para dar vida a detallados trabajos de pan y azúcar. Sus tortas, galletas y wawas son pequeñas piezas de arte que llegan dispuestas a apropiarse de las fiestas que ya tenemos encima. Cada año sacan nuevos modelos y tienen una pequeña tienda en la ciudad de Cusco donde diversifican y apuestas por pastelería clásica y de temporada.
María Amparo Tiscoc Rodríguez cuenta que su abuela preparaba wawas de pan, esas que se pueden encontrar en noviembre por todo Cusco y en otras varias regiones de la sierra peruana. Las hacía para el 2, Día de Muertos, y las regalaba en las visitas familiares. A cada niño o niña le correspondía una. Ellos, felices, pues las wawas de su abuela tenían una diferencia: no eran solo panes con caritas pintadas, eran obras de arte decoradas con motivos de la flora y fauna local, capulíes y retamas y guirnaldas. Rellenas de dulces de olla hechos por ella. Sus tías continuaron el legado, mejoraron la receta hasta que llegó a manos de María Amparo, quien les dio nueva vida y color. Habiendo sido testigo de todo el proceso de elaboración desde pequeña, no solo de wawas sino también de los postres y tortas que animaban su vida familiar, María Amparo decidió emprender y crear Las Marías Dulces en el Valle Sagrado (Cusco). Así, hoy ya hecha de clientela fiel, no solo ha recreado la tradición de las wawas, sino que además tiene un repertorio de tortas decoradas y galletas deliciosas con diseños en azúcar que parecen filigranas.
Sus wawas viajan, no se quedan en Cusco. Llegan en encomienda, muy bien empaquetadas. Ya le encargamos una alguna vez. Se llamaba Fortunata y la pobre, color celeste intenso, mostraba oronda unos rosetones rojos y caracolas blancas y moradas. Pobre porque no duró mucho: voló en un día. Pan suave y dulzón, relleno de piña y cobertura de mazapán. No había forma de que sobreviva. Ante la masacre, no nos arrepentimos. Acompañamos de café y conversa larga. María Amparo no solo fabrica panes con sus manos, crea personajes. Cada año, así como nació Fortunata, da a luz otras más con nombres propios. Este 2024 ya están listas para el lonche Marcelina y Valicha, a las que se suman los caballitos Cecilio y Fulgencio. (En la foto, abajo, la desaparecida Fortunata).
Así, rellenas de manjar o de mermelada de piña casera, hechas de pan dulce especial y cubiertas de mazapán (S/ 115) o fondant (S/ 105), rinden hasta 14 porciones (30×20 cm). Pueden hacer sus pedidos al 986-863-983. Tienen disponible el recojo en La Tienda Las Marías Dulces (calle Oswaldo Baca 215, Magisterio, Cusco) o en el Taller de Urubamba; y también hacen envíos por courier a Lima y Arequipa. Cada wawa va en una caja con un costo de envío estimado en S/ 25 y, si son dos cajas a la misma dirección, es S/ 45. Reciben pedidos este noviembre y todo el año previa coordinación.
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