LA MENESTRA CON DO Y SU FUTURO: IX FERIA DEL PALLAR
52 recetas elaboradas con pallar conformaron la competencia de cocina de la IX Feria del Pallar de Ica. Acá la crónica y las dificultades que atraviesa el cultivo de esta menestra.
52 recetas elaboradas con pallar conformaron la competencia de cocina de la IX Feria del Pallar de Ica. Acá la crónica y las dificultades que atraviesa el cultivo de esta menestra.
Escribe Vanessa Rolfini (@rutasgolosas)
52 recetas elaboradas con pallar conformaron la competencia de cocina de la IX Feria del Pallar de Ica, llevada a cabo la población de San Javier, en el municipio Palpa, y organizada por la Dirección Regional Agraria de Ica y la municipalidad de Changuillo. Las competidoras mostraron imaginación y agilidad para resaltar la versatilidad culinaria de la menestra, tanto que impresionaron al jurado integrado por los chefs de la escuela limeña Le Cordon Bleu, Andrew Gibbon y Luis Muñoz.
En el concurso de cocina participaron 18 entradas, 18 platos de fondo y 16 postres, incluso algunas cocineras compitieron en dos categorías. Todos los platillos eran coloridos, cuidadosa y lindamente presentados, gustosos, resultaba incuestionable el esmero en el trabajo. La mayoría de las participantes eran productoras, algunas forman parte de la misma familia, otras apoyan a sus parejas o están al frente de la chacra.
En la antesala de la competencia, entre risas se bromeaban unas a otras, recordaban recetas participantes de otras ediciones y compartían impresiones de los platos que llevaron en esta ocasión. Lo cierto es que las participantes parecen no conocer límites en el uso de los pallares verdes, secos, en platillos fríos y calientes, dulces y salados, incluso se atreven a procesar harina con la que hacen masas para empanadas, panes, humitas, entre otros.
En las entradas se destacaron causas, empanadas, croquetas, ensaladas, tamales, tortillas, fideos y cremas. En el caso de los platos de fondo, presentaron arroz con mariscos y pallar, pollo apanado con harina de pallar, cebiche, carapulcra de pallar, salpicón, incluso un escabeche que logró el premio al primer lugar en la categoría.
Los postres fueron igualmente variados, en una categoría donde los dos primeros lugares los ocuparon manjares que recordaban ligeramente el frejol colado. También presentaron crema volteada, cupcakes, galletas, picarones, tartaletas (elaboradas con harina de pallar), buñuelos, chocoflan y otras delicias. Si bien en cada categoría se nombraron tres recetas ganadoras, todas las participantes recibieron un regalo y estaban emocionadas por la buena acogida de sus creaciones, que luego del escrutinio de los jueces pudieron degustar los integrantes a la feria, que hacían largas colas para no perderse nada y dar sus predicciones antes del anuncio del veredicto.
PALLAR EN BAJA
La producción de pallar en la zona de Changuillo y Palpa lleva más de dos años en baja, como consecuencia de los cambios del clima, lo que ha elevado la humedad en una zona tradicionalmente seca, a esto se suma el exceso de fertilizantes, inadecuado manejo del agua, entre otros problemas. Durante la feria se dictaron charlas sobre el control de plagas, la importancia de la asociatividad y aspectos referentes a la protección de la Denominación de Origen Pallar de Ica. Los productores pidieron públicamente su apoyo a las autoridades locales, para lograr mejores condiciones para alcanzar y superar el rendimiento por hectárea a más de 2.5 toneladas por hectárea. El ingeniero Néstor Mendoza Arroyo, director de la Dirección Regional Agraria de Ica, expresó que este tipo de actividades estimulan que los productores se involucren mejor con el producto, “impulsar la producción de esta menestra, así como facilitar su acceso a nuevos mercados y promover su consumo”. La IX Feria del Pallar de Ica fue una fiesta donde reinó el orgullo por un producto local, unido a la esperanza de mejores tiempos venideros en el campo, se selló con un copioso almuerzo comunal con más de 200 comensales, donde se sirvió (y hasta repitió quien quiso) arroz blanco, seco de pallares y cabrito guisado preparado por miembros de la comunidad y que estaba para chuparse los dedos.
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