ITALO: PEDAZOS DE RECUERDOS PARA ESTE OCTUBRE DE TURRONES
Italo tiene uno de los turrones de Doña Pepa más ricos. Sale caliente, con aroma de frutas, y se ubica una tabla grande nada más entrar al pequeño local de Magdalena.
Italo tiene uno de los turrones de Doña Pepa más ricos. Sale caliente, con aroma de frutas, y se ubica una tabla grande nada más entrar al pequeño local de Magdalena.
Escribe Paola Miglio (IG @paola.miglio)
Creo que ya perdí la cuenta de cuántos años tiene Italo. Solo recuerdo cuando mi abuelo me llevaba de pequeña por el turrón de Doña Pepa y los relámpagos. Uno de los más ricos de Lima, que sale hasta hoy caliente, con aroma de frutas, y se ubica una tabla grande nada más entrar al pequeño local de Magdalena.
Italo es uno de mis lugares favoritos en Lima. No es moderno. No es de vanguardia. No es hipster. Es una pastelería clásica de esas que casi no existen más. Que elabora aún copas de profiteroles, dulces en forma de cisne y guarda las lenguas de gato y merengues en pomos de cristal. Ahí, es ese pequeño local de Magdalena del Mar, uno encuentra un pedazo de lo que fue la Lima en la que crecimos, esa tormentosa ciudad de los ochenta que no daba mucho espacio para la novedad, pero sí alguno para el confort.
Algunos dirían que no ha evolucionado. Yo lo prefiero así. Quiero que quede intacta. Con frascos de caramelos de colores, con pastel de alcachofa y acelga recién hecho, con esa causa cremosa rellena de pollo que se acomoda en el mostrador de la mínima barra de acrílico con banquetas de cuero negro.
Cada vez que vamos, casi todas su sillas están ocupadas. Nos entretenemos viendo las fotos que cuelgan de las paredes, esas que narran la historia de cómo en 1972, los Pelosi abrieron su local; de cómo se continua la tradición de usar buenos ingredientes y mantener la calidad. Nos entretenemos también oliendo el turrón de Doña Pepa acomodado sobre una banqueta de madera, presidiendo los dulces. Recién hecho, caliente, plagado de caramelos que guaradan papeles enrollados dentro, llenos de esperanza. Su aroma a tostado, a anís, a miel de frutas es todo. El primer bocado es un pedacito de recuerdos. Es volverle el alma al cuerpo. Ya saben, es octubre, tienen que pasar por ahí.
LOS DATOS
La Pastelería Italo sigue en el Jr. Salaverry 503, Magdalena del Mar y ahora tiene delivery vía su web / Vende el turrón por pedazos pero también por kilo a S/ 55 / Aceptan tarjetas y hay estacionamiento / www.italopasteleria.com
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