Escribe Vanessa Rolfini (IG @rutasgolosas)

Sumando todas sus redes sociales, Acomer.pe cuenta con una comunidad que pasa los seis millones de seguidores y cuyo tema central es la buena mesa y la gastronomía peruana. Pero Elías Valdez y Alexander Quesquén tienen hambre de más, explorar otras plataformas y países. Su reciente libro es solo el primer paso que alimenta la expansión. Un este A pedir de boca, a cada pregunta le siguen dos respuestas.

Las comunidades de Acomer.pe son extensas: 4.3 millones en Facebook, 992K en Tik Tok, 539K en Instagram y 539k en Youtube. Si se hiciera una suma simple, asumiendo que quienes los siguen en un medio no lo hacen en otro, cuentan con un poco más de seis millones de seguidores; lo que se traduce también en una gran carta de presentación en un sector de Latinoamérica, donde las cuentan de gastronomía rara vez son tan voluminosas. Ahora han decidido explorar otras plataformas y le ha tocado el turno al papel, con un recetario publicado recientemente donde mezclan lo virtual y lo palpable.

Acomer.pe nació en las redes sociales, es su territorio natural donde se mueven y avanzan con total comodidad. Su génesis tiene a Alexander Quesquén como protagonista, cuando en 2012 decidió hacer una página en Facebook con recetas, le puso un nombre fácil de recordar, bueno para el SEO, donde además unió dos campos en los que se sentía a gusto, la informática (ya había hecho páginas webs de varios temas) y la cocina, luego de su paso por la escuela D´Galia, donde conoció a quien luego sería su socio, Elías Valdez.

Al principio, Alexander cocinaba lo que más le gustaba, pero llegó un momento en el que necesitó ayuda y recordó a aquel compañero de instituto que le llevaba dos años de ventaja, con quien había tenido afinidad y de quien había obtenido apoya en algunas ocasiones. Lo cierto, es que en 2017 Acomer.pe ya tenía un millón de seguidores en Facebook, por lo que el cocinero le propuso a Elías hacer un par de videos semanales.

En ese entonces, contaban con poco capital, por no decir ninguno, se instalaron en la casa materna de Quesquén y poco a poco completaron la experiencia virtual con productos que la gente podía comprar y cursos. “Al inicio la página no pagaba nada. Hemos hecho de todo. Vendíamos mix de tortas, granola, sartenes curadas, balanzas, panetones, chocolates, nos íbamos por todo Lima repartiendo como Papá Noel”, cuenta Alexander. “En esa época no es como ahora que hay aplicativos. Nos pagaban contraentrega. Era difícil”, expresa Elías, quien además añade: “lo hemos pasado mal porque no teníamos para comprar insumos, incluso para mantener la página”. Pero poco a poco fueron creciendo, los cursos se llenaban y ellos encontraron su propia voz, su manera de hacer las cosas.

QUIÉN ES QUIÉN

Alexander es limeño, de expresión risueña, es fácil entablar contacto con él. Habla poco, pero lo observa todo, parece que nada se le escapa, simplemente atento. Elías es huancaíno, pero a los nueve años se mudó con su familia a Lima. Un poco más distante, siempre frunce el ceño, como si le imprimiera concentración adicional a todo lo que sucede, a primera impresión puede resultar difícil de abordar, pero basta una conversación inteligente para romper el hielo.

Actualmente, además de socios son amigos y compañeros de departamento. Es decir, donde todo se mezcla y tiene su lugar. Por definición la convivencia es complicada, por no decir difícil, pero cuando se conversa con ambos, la sensación es que conforman un tándem en el sentido estricto y amplio de la palabra, donde todo fluye. Así que este “a pedir de boca” será a cuatro manos, dos voces y un solo proyecto.

¿Cómo se conocieron?

Alexander. Me interesó conocer a Elías porque era asistente de la profesora de cocina china en la escuela y para que ayudara un poco. Fue por interés y me enseñó bastante.

Elías. Al tiempo me enteré que ese fue su plan. Pero igual de todos los alumnos de ese curso era de los que vi más potencial, y mira que soy bien selectivo con la gente, antes más.

¿Cocinan los dos por igual?

Elías. Alex cocina un montón, pero se da su tiempo y más si es para su gente.

Alexander. Elías cocina más que yo. Aprendo todo el tiempo con él. Cocino mucho para mí.

¿Qué no comen?

Elías. Como de todo, pero, por ejemplo, el pan con jamonada o con palta solo lo pruebo.

Alexander. Tomate crudo y brotes de frijolito chino, a menos que estén cocidos.

¿Qué les gusta más?

Alex y Elías (al unísono). Pan con mantequilla.

¿Cómo escogen las recetas?

Ambos. Revisamos, preguntamos o por recomendaciones de amigos o seguidores. Y hacemos un cronograma.

¿Qué es ser un influencer?

Elías. No me lo creo. Hago mi vida normal.

Alexander. No me considero uno. Pero un influencer es alguien a quien le tienes confianza, miento si te digo que no lo veo como una responsabilidad.

¿Cuál es el mayor error de un influencer?

Elías. El ego. Y que pierda la visión y la perspectiva.

Alexander. El ego.

¿Por qué creen que tienen una comunidad tan grande en Acomer.pe?

Elías. Compartimos, escuchamos y replicamos.

Alexander. Compartimos recetas fáciles elaboradas con la técnica correcta.

¿Quién es más cauteloso?

Elías. Cada uno en cosas distintas.

Alexander. Elías, siempre de dice que me lo piense bien.

¿Quién es más desordenado?

Alexander. Yo, definitivamente.

¿Quién es más simpático?

Alexander. Ah, no sé, no lo he medido. Cada uno tiene su momento. A la mala me ha tocado aprender a sonreír, a ser más comunicativo. Al principio no mostrábamos la cara, pero ahora hay que hacerlo a la cámara. (Elías muy sonreído, fingió que no escuchó)

¿Quién come más?

Elías. ¡Yo!

Alexander. Elías, aunque no lo parezca. Eso me da hasta envidia.

¿Cuál ha sido el post más exitoso de Acomer.pe?

Alexander. El respost de una entrevista que nos hicieron en un diario local.

Elías. Y en recetas han sido la causa y la leche de tigre.

Un error o decisión que todavía lamentan.

Elías. Los tomo como aprendizaje y seguimos puliendo el trabajo.

Alexander. No recuerdo otra cosa.

Un consejo útil que han recibido.

Alexander. Humanizar la página. Para generar más conexión con los seguidores y no parecer robóticos. Ahora saben que hay personas detrás, que somos como ellos, que la comunidad sepa que detrás de las recetas hay gente comprometida.

Elías. Escuchar y aprender. Entender que cada uno tiene su manera de hacer las cosas. Siempre hay que analizar las maneras de hacer las cosas para mejorarlas o que sigan siendo buenas.

¿Creen que tener una noción clara de los algoritmos en redes ha ayudado a posicionarlos?

Alex. Es posible. Siempre he estado metido en eso. Antes de Acomer.pe tenía una página con cuatro millones de seguidores.

Cuando no hablan de cocina, ¿de qué hablan?

Elías. Política, música y series.

Alexander. Política, sobre el futuro. Últimamente, del cambio climático.

¿Hobbies o practican algún deporte?

Elías. Escucho música de los sesenta, setenta y salsa. También leo mucho, ahora estoy con Ciencias de la Gastronomía de Almudena Villegas.

Alexander. Ya no tengo hobbies, pero leo mucho. Ahora leo Sapiens de Yuval Noah Harari. Me ha hecho reflexionar mucho sobre el comportamiento humano.

Un insulto que recuerden.

Elías. Te tiro este plato en la cara.

Un cumplido que no olvidan.

Elías y Alexander (al unísono y entre risas): ¡Salvaron mi matrimonio! (referido a las recetas).

¿Cómo enfrentan la envida?

Elías. Sí hemos generado mucha. No le prestamos atención.

Alexander. En algún momento ha sucedido, pero nos conocen y se les pasa. Solo nos rodeamos personas con buenas vibras.

¿Cómo enfrentan a los haters o insultos?

Alex. Los respondemos inmediatamente y que la respuesta sea buena onda.

¿Les corrigen las recetas?

Alexander. Hay gente que dice que su mamá hace la receta de otra manera, o que en tal región es diferente.

Elías. Sí, y es imposible luchar contra la cocina de mamá. Así que cuando nos dicen eso, lo dejamos así.

¿Qué quieren lograr con Acomer.pe?

Alexander. El próximo paso es un restaurante. También ya tenemos el proyecto una escuela de cocina online.

Elías. Descentralizar un poco lo que significa para el peruano su cocina, porque no solo se centra en Lima. Hay que entender que cuando decimos “cocina peruana” tenemos que considerar todo el Perú, no solo cebiche, pollo a la brasa y olvidamos platos más regionales. Nuestra meta es viajar y llevar nuestra cocina a otros países.

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