Escribe Juver Aliaga (IG @juver_aliaga_somm_wine)

Siempre antes de partir, investigo mucho sobre el lugar que visitare, sus regiones, productores, y dónde comer y beber bien, para hacer mas placentera mi visita.

La vitivinicultura uruguaya se desarrolló más intensamente en la segunda parte del siglo XIX , con la llegada de migrantes. Sobre todo de españoles e italianos que trajeron uvas, entre ellas la emblemática Tannat (uva tinta) desde la pequeña región de Madiran, en el sureste de Francia.

Uruguay cuenta con varias regiones y subregiones, todas con características de clima y suelo diferentes que se relevan en sus vinos. En este viaje visitamos Maldonado, Canelones y Colonia. Rivera es capítulo aparte. Actualmente la vitivinicultura se desarrolla muy bien, en los procesos se utiliza tecnología, sin embargo existen muchas pequeñas bodegas que continuan trabajando de manera tradicional, algunas otras recuperándola, la mayoría con buenos resultados.Es importante saber que existen dos categorías o clasificaciones marcadas según sus autoridades. Los vinos de mesa, son aquellos sencillos, que inclusive se venden a granel, y los vinos de calidad preferente (VCP), que como dice su nombre tienen un sello de distinción y son generalmente los de mayor calidad, aunque en esto hay variaciones.

PRIMERA PARADA: MONTEVIDEO

Comenzamos nuestra aventura llegando a Montevideo, capital de Uruguay, un país con aproximadamente tres millones de habitantes y en donde la viticultura representa un valor económico importante. Nuestro primer guía fue Santiago Urquhart Siqueira, gran amigo y reconocido bartender, propietario Bakers unos de los mejores bares de ese país. Santi, como le llamo, nos invitó a visitar lo que sería el primer acercamiento a la gastronomía uruguaya y el lugar elegido fue, Estrecho,un pequeño restaurante en la ciudad vieja de Montevideo, el cual hace alusión a su nombre, este hermoso lugar nos muestra una cocina abierta bordeada por una larga barra en donde los comensales ven el proceso de elaboración de los platos de las manos de Juan Carlos Diemarch, cocinero y propietario del restaurante en sociedad con su esposa Jessica Cambell, ellos acompañados de un gran equipo de profesionales, nos deleitaron con su ricos platos. La cocina, diría yo, es contemporánea con aires franceses, ellos utilizan insumos frescos y de temporada. 

Luego llegamos a Montevideo Wine Experience, lugar que le otorga un vitrina privilegiada a los pequeños productores de vinos uruguayos. En este bar de vinos, se puede degustar y tomar etiquetas poco conocidas y te sacan del cuadro al mostrarte vinos de uvas que no te puedes imaginar que existen en Uruguay, teniendo en cuenta que siempre se piensa en Tannat, uvas como Petit y Gros Mansent, Alvariño en blancas, Marselan, Arinarnoa y mas en tintas, ademas vinos que relevan la verdadera frase “Cuanto mas viejo mejor “ una realidad que pocas bodegas en el mundo la hacen veraz, un bar de vinos, puro desde mi perspectiva, en donde puedes acompañar lo que tomas, con tapas, bruschettas, tortillas de papas, jamones y quesos sabrosos. Definitivamente un lugar obligatorio a visitar.

Sabíamos que Uruguay es un país ordenado y que, por su pequeña dimensión, podíamos visitarlo de este a oeste y de norte a sur en auto. Decidimos alquilar uno y comenzar nuestro paseo por las rutas del vino.

REGIÓN DE CARMELO

Tomamos dirección oeste, dentro de la región de Colonia elegimos Carmelo, aquí nuestra primera acertada parada fue en la Bodega Zubizarreta. Espacio familiar que elabora vinos con tradición e historia en la zona desde 1957. Son la tercera generación de una familia vasca, que supo hacer las cosas bien.

La bodega elabora mayoritariamente vinos para el consumo del pueblo que se venden a granel y en damajuanas de vidrio; pero una pequeña parte, la de mayor calidad, se embotella en 750 ml y algunos pocos de estos ejemplares viajan fuera del país. Sus vinos muestran una sabrosa rusticidad. Destacable el que elaboran con uva Marcelan. Podría asegurar que dará mucho que hablar (esta es una uva francesa que nace del encuentro de la Cabernet Sauvignon y la Garnacha).

La siguiente parada, Bodega Cordano, más conocida como Almacén de La Capilla,

Luego pasamos a visitar otro referente productor de la región, Bodega Cordano la cual es más conocida como Almacén de La Capilla, porque tienen un lindo almacén con espacio abierto a degustaciones y incluso puedes comprar para llevar, ademas de vinos otros alimentos cultivados en los alrededores. Ubicada cerca al centro de Carmelo, se trata de una bodega familiar con mucha historia, fundada por inmigrantes italianos, actualmente es dirigida por Ana Paula Cordano, la hija del fundador y su familia . Ana Paula nos ofreció hospedarnos, en una linda cabaña frente a los viñedos, un lugar paradisiaco especialmente para los que amamos el vino.

Ana Paula y su esposo, cultivan y elaboran sus vinos, con variedades internacionales como Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, y obviamente Tannat en tintas y Chardonnay y Moscatel de Hamburgo, en blancas, la pasión que los caracterizan hacen que embotellen vinos ricos que armonizan con el lugar. Algo muy importante es que ellos cuidan y promueven sus tradiciones, organizando eventos en torno al vino, un lugar para visitar y les aseguro que la pasaran de maravilla.

LLEGAMOS A CANELONES

Nuestra siguiente región fue Canelones, una de las más importante en cantidad y calidad de producción de vinos, ya que se encuentra muy cerca de Montevideo. Es importante contar que en esta zona se encuentra la mayor parte de bodegas.

Una de las paradas obligatorias fue la Bodega Pisano, una de las más conocidas por nosotros, ya que por mucho tiempo fue la única que llegaba a Perú. También de inmigrantes italianos, nace el siglo pasado y su primer vino fue elaborado en 1924. Desde entonces, y desde lo tradicional, se ha forjado un estilo propio.

Luego de catar sus vinos clásicos, probamos una nueva línea que no conocíamos: Viña Progreso Experimental, dirigida por el joven enólogo Gabriel Pisano, parte de la última generación hacedora de vinos de la familia. Gabriel nos contó que comenzaron este proyecto en 2009 y que antes había viajado mucho por mundo y hecho practicas con enólogos reconocidos. Catamos la gran parte de su línea y me parecieron realmente interesantes, los encontré bastante congruentes, con un estilo que va por las nuevas tenencias, en donde las crianzas permiten apreciar las características de sus uvas. Vinos frescos, con buena energía, si van a Uruguay es importante visitarlos, lindo proyecto, firme y consecuente.

Luego pasamos a visitar una de las bodegas que está sonando mucho en los últimos tiempos, Bouza. Aquí nos mostraron viñedo por viñedo, dándoles real relevancia. Lo que llamaría lieu dit (parcelas de terreno con nombre concreto, orígenes topográficos e históricos, que caracterizan los vinos). Siempre es importante tener la expresión del vino en la botella.

La bodega empezó en 1999 y en 2006 comenzó a mostrarse como destino enoturistico importante. Posee amplias y operativas instalaciones, donde el hacer vino es la prioridad. Llegamos en el momento de elaboración y disfrutamos de esos magníficos olores de uvas recién vendimiadas y del comienzo de fermentación. Luego, el restaurante de la bodega donde nos recibió Laurent Lainé, quien dirige una cocina que ofrece sabores uruguayos. Me gustaron mucho sus vinos, especialmente los vinos blancos, la bodega en general ofrece mucho y también la recomiendo visitar.

Finalmente visitamos en la zona a nuestro amigo enólogo Pablo Fallabrino, quien hasta 2022 dirigía la bodega Viñedo de los Vientos y, actualmente, elabora vinos con su nombre. Sus ejemplares expresan su alma y su saber hacer, vinos que enamoran y sorprenden. Pablo viene de familia de viticultores que llegaron a Uruguay y comenzaron en el año 1923. Con esta experiencia de familia y pasión, él nos muestra lo bien que le sirvieron sus antepasados. Elabora vinos de uvas internacionales en especial uvas italianas, definiría su estilo lo como moderno, vinos muy fluidos, que expresan especialmente sus uvas. Pablo cuenta que sus vinos son elaborado con la menor intervención posible, en donde no esta permitido producto químicos que interfieran con las características de sus uvas, siempre es un gusto probarlos y la evolución positiva que muestran, sabrosos vinos que tienen que probar.

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