ALEJANDRA JORDÁN: REGRESO A LAS RAÍCES
Con sus hermanas revitaliza las tierras familiares, produciendo piscos premiados y liderando una nueva generación.
Con sus hermanas revitaliza las tierras familiares, produciendo piscos premiados y liderando una nueva generación.
Escribe María Elena Cornejo (IG @melenacornejo)
Su papá sembraba mandarinas en el fundo familiar que tienen en Pisco. Aunque el abuelo había producido pisco artesanal en esas tierras, la modernidad cedió paso a los cítricos. Con la pandemia todo cambió. Las mandarinas dejaron de ser negocio atractivo y de pronto, en medio de la encrucijada sobre qué hacer o qué dejar de hacer, la nueva generación optó por tomar las riendas y reconvertir esas hermosas tierras sembrando parras para producir pisco. Como antes, como muchos años antes.
De hecho, en 1572 don Jerónimo Luis de Cabrera fundó el pueblo Santa María Magdalena del Valle de Ica y dos siglos después el Marqués de Caravantes hizo la primera identificación del aguardiente de uva en esa región, llamándolo pisco.
Eso es historia. La de ahora, tiene como protagonistas a las hermanas Alejandra (gerenta general), Valeria (ingeniera industrial y jefa de Marketing), Mayi (administradora y encargada de la comercialización fuera del país) y su mamá (ejecutiva multipropósitos). Alejandra viene del mundo de la publicidad y fue a ella a quien se le ocurrió esta aventura.
“Haz lo que quieras, lo que te motive a ir a trabajar todos los días”, le dijo su padre. Entonces, con el concurso de la ingeniera química Melisa Zevallos, maestra destiladora y jefa de la bodega, construyeron la bodega, compraron maquinaria de última generación y sembraron casi a ciegas las primeras hectáreas de uvas torontel y quebranta. Se endeudaron hasta las orejas.
La primera vendimia, en el 2021, les produjo 600 botellas a las que pusieron etiquetas artesanales y envases rudimentarios tipo burdeos (hoy tienen botellas con diseño propio). Sabían lo que hacían, pero no estaban totalmente seguras. Igual se arriesgaron. Catas locales les dieron resultados alentadores, por ello mandaron sus botellas a Londres al evento IWSC, el más importante de Europa, para destilados. Los críticos le pusieron Gold y 98 puntos al torontel. Sucesivos concursos en Portugal, España, San Francisco les hicieron acumular 30 medallas ese año.
Hoy tienen 44 hectáreas sembradas con uvas pisqueras de las variedades torontel, quebranta, albilla, italia, mollar, moscatel con las que producen piscos mosto verde, puros y acholados.
No es una bodega feminista, aunque tenga la impronta femenina ya que el 98% de su personal son mujeres que además ocupan todos los puestos de liderazgo. “Se dio naturalmente”, explica Alejandra.
Santa María Magdalena es la única bodega que cuenta con un laboratorio de microbiología dentro de la bodega, para poder controlar al milímetro todo el proceso de destilado hasta el embotellado final.
En su programa del 2025 incrementarán las pasantías y entrenamientos para alumnos de ingeniería química porque la idea es profesionalizar el sector y que las bodegas tengan los mejores equipos de profesionales.
La coctelería es objetivo importante para la nueva generación de consumidores. Este año, en el Expovino de Wong, la bartender Ale Rueda propuso la experiencia Deidades para explorar perfiles de sabor a través de cuatro dioses de otras tantas mitologías universales: Odín (refrescante tinto de verano con torontel), Osiris, (negroni revisitado con un quebranta), Anka (aromas de arroz con leche y mollar) y Tian (coctel cítrico con albilla).
El pisco es joven y ve el futuro con optimismo.
Words María Elena Cornejo (IG @melenacornejo)
Her father used to grow tangerines on the family farm in Pisco. Although her grandfather had once produced artisanal pisco on that land, modernity eventually brought citrus crops to the forefront. But with the pandemic, everything changed. Tangerine stopped being an attractive business, and suddenly, at a crossroads of what to pursue or abandon, the new generation decided to take charge and transform those beautiful lands, planting vines to produce pisco—just like before, many years before.
In fact, in 1572, Don Jerónimo Luis de Cabrera founded the town of Santa María Magdalena in the Ica Valley, and two centuries later, the Marqués de Caravantes made the first identification of grape brandy in that region, calling it pisco.
That’s history. Today, the story revolves around the sisters Alejandra (general manager), Valeria (industrial engineer and head of marketing), Mayi (administrator in charge of international sales), and their mother (a versatile executive). Alejandra, who comes from the world of advertising, came up with this venture.
«Do whatever you want, whatever motivates you to work daily,» her father told her. So, with the support of chemical engineer Melisa Zevallos, master distiller and head of the winery, they built the distillery, bought state-of-the-art machinery, and planted the first hectares of Torontel and Quebranta grapes almost blindly. They went into debt up to their ears.
Their first harvest, in 2021, produced 600 bottles, which they labeled by hand and put in simple Bordeaux-style bottles (they now have their bottle design). They knew what they were doing but weren’t entirely confident. Still, they took the risk. Local tastings yielded encouraging results, so they sent their bottles to London for the IWSC event, Europe’s most important spirits competition. Critics awarded their Torontel with Gold and 98 points. Successive competitions in Portugal, Spain, and San Francisco helped them accumulate 30 medals that year.
Today, they have 44 hectares planted with pisco grape varieties: Torontel, Quebranta, Albilla, Italia, Mollar, and Moscatel, which they use to produce mosto verde, pure, and acholado piscos.
It’s not a feminist winery, though it has a female imprint, as 98% of its staff are women, and all leadership roles are held by women. «It happened naturally,» explains Alejandra.
Santa María Magdalena is the only winery with a microbiology laboratory within the facility. This enables precise control over every stage of the distillation process, right up to the final bottling.
In their 2025 program, they plan to increase internships and training for chemical engineering students to professionalize the sector and ensure that distillers have the best professional teams.
La coctelería es objetivo importante para la nueva generación de consumidores. Este año, en la feria Expovino de Wong, la bartender Ale Rueda propuso la experiencia Deidades para explorar perfiles de sabor a través de cuatro dioses de otras tantas mitologías universales: Odín (refrescante tinto de verano con torontel), Osiris, (negroni revisitado con un quebranta), Anka (aromas de arroz con leche y mollar) y Tian (coctel cítrico con albilla).
Mixology is an important focus for this new generation of consumers. This year, at the Wong Expovino fair, bartender Ale Rueda presented the Deities experience to explore flavor profiles inspired by four gods from different mythologies: Odin (a refreshing summer red with Torontel), Osiris (a reimagined Negroni with Quebranta), Anka (with aromas of rice pudding and Mollar), and Tian (a citrus cocktail with Albilla).
Pisco is young and optimistic about the future.
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