OCHAYA: LA DULZURA DEL MINIMALISMO JAPONÉS
En un discreto espacio ubicado en Miraflores, Mei Morioka ofrece dulces que combinan lo mejor de Francia y Japón.
En un discreto espacio ubicado en Miraflores, Mei Morioka ofrece dulces que combinan lo mejor de Francia y Japón.
Escribe Fiorella Gómez (IG @lafoodieperiodista)
Hablar de repostería japonesa es remitirnos a la idea de encontrar el placer en sabores sutiles y armoniosos. Los picos altos de dulzura son escándalo ante el recatado arte de encantar con sutileza. Por ese motivo, es natural que la pastelería de Ochaya no sea empalagosa y permita al consumidor final disfrutarlos de inicio a fin sin saturar el paladar.
Ochaya significa literalmente “salón de té”, sin embargo, remite a aquellos espacios donde se iba a comer y beber mientras se disfrutaba de la presentación artística de las geishas. En el caso de esta nueva pastelería, el concepto de salón de té ha sido abrazado por completo ofreciéndonos un ambiente relajado, con tono minimalista, donde se puede disfrutar de bebidas y postres elaborados con delicadeza.
Mei Morioka es la joven propietaria y pastelera detrás de esta propuesta que recientemente abrió sus puertas en Miraflores. Aunque tienen poco tiempo, han logrado captar buena clientela en la zona por sus sabores bien logrados y una atención eficiente. Mei se formó como pastelera en París, Francia, pero gracias a sus viajes alrededor del mundo ha logrado complementar sus conocimientos con clases privadas en Tokio, Nueva York y Los Ángeles.
Dentro de su paleta de sabores, es especial encontrar notas florales de jazmín y rosas, así como recuerdos nikkei del matcha, tonka y la hojicha. Dentro de la vitrina del local, encontramos crepe cakes compactos rellenos de ganache y otros dulces que visualmente son un arte. Hay un protagonismo en la carta de los mousses en distintas versiones. Uno de los más llamativos el Le Royal, que contrasta su suavidad con un crocante praliné de pecanas y un biscuit de almendra. También Rose, con un mousse de yogur griego que cobra notas interesantes gracias al agua de rosas. La frescura es aportada por un centro de fresas.
Para los paladares más tradicionales está el shortcake de jazmín, un postre clásico con un twist distinto de la casa. Tiene capas intercaladas de bizcocho genoise con crema de fresas y un aroma exquisito por la cobertura en crema de jazmín. Además de estas opciones, cuentan con otros dulces agradables como los crepe cakes de matcha, scones, galletas de hojicha y queques bien logrados. Nuestras favoritos fueron el Tonka, mousse de chocolate y tonka, un tipo de haba aromática de notas apimentadas, similar a especias como la canela o el clavo; y el queque de maracuyá y coco: sencillo, tropical y práctico para trasladar como un bocado rápido a la oficina o centro de estudios.
Para acompañar la experiencia, una alternativa interesante es probar sus bebidas matcha en distintas presentaciones. El color es de un verde intenso al ser de grado ceremonial y tiene un sabor fresco. Asimismo, cuentan con café de origen como alternativa en su carta de bebidas. Cada mes, la vitrina de Ochaya se renueva y da espacio para un nuevo postre. Sin embargo, siempre tienen siete opciones disponibles para consumir in situ o para llevar a casa. Incluso cuentan con un box donde pueden combinarse hasta cuatro postres.
Están ubicados en Gral. Miguel Iglesias 241, Miraflores y atienden de martes a domingo desde las 10:00 hasta las 19:00 horas. Tienen una barra corta donde los clientes pueden sentarse y consumir los productos. Son pet friendly. Los pedidos pueden realizarse por su cuenta de Instagram.
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