EL OJO DEL COMENSAL: DON VITO, UN CLÁSICO EN MIRAFLORES
Esta es la historia de la pizzería que abrió a inicios de los 70 y una década después derivó al tradicional restaurante de pastas que conocemos hoy.
Esta es la historia de la pizzería que abrió a inicios de los 70 y una década después derivó al tradicional restaurante de pastas que conocemos hoy.
Escribe Carlos Carlín (IG @carloscarlinof)
Con más de 40 años de existencia, Trattoria Don Vito ha resistido con valentía tiempos difíciles, como cuando a fines de la década de 1980, la onda expansiva de una bomba terrorista destrozó todos sus vitrales.
La historia de Don Vito empieza en 1973 cuando Manuel Passara, Manuel Cassalino y Manuel Muñoz, decidieron abrir una pizzería bautizándola con el nombre del legendario personaje principal de El Padrino, la película de moda de la época. Pero para “los tres Manueles”, ingenieros de profesión, la cocina no era lo suyo, entonces atinaron en traspasar el local a Javier Hundskopf y a su esposa Alice Went. Es entonces, en 1982, cuando realmente empieza la vida del clásico restaurante miraflorino que ofrece una carta siempre amplia y variada.
Los detalles me los cuenta Senén Villalobos, testigo de esos más de 40 años de historia y quien además se encarga de preparar, ante los ojos del comensal, una ensalada César a su estilo o sus muy solicitados crêpe Suzette: “son flambeados en Brandy, Cointreau y Grand Marnier, ese es el secreto”, nos confía.
La pasta se elabora en su propio taller, instalado en el segundo piso. Con ella se hacen los platos más pedidos como el póker de pastas (ravioles/gnocchi/linguine/fetuccini) o las pizzas de masa delgada. La reina de ellas es La Criolla, hecha de lomo saltado, cebolla blanca y tocino con base de pomodoro y queso parmesano.
No hay que dejar de probar el menestrón de la casa. De los postres (además del crêpe Suzette) sugiero probar el Napoleón de lúcuma. Los conciertos de música clásica no están en la carta, pero algunos miércoles, con suerte, podrían disfrutar de alguno. Es un detalle para los comensales de parte de los dueños, apasionados por este género musical. Trattoria Don Vito abre todos los días del año y será siempre una excelente opción para comer bien en un ambiente cálido con nostalgia ochentera.
Por: Carlos Carlín El ojo del comensal
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